Capítulo Cuatro

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—  Entonces ¿Lo hice bien? — preguntó con una pequeña sonrisa.

Jungkook observó una vez más la carpeta en sus manos revisando todo a detalle para luego mirar a la Omega frente a él aún de pie esperando por su respuesta.

— Si, todo está bien — asintió y ella suspiró aliviada.

— Cómo la mierda Kook, deja de ser así de mentiroso — habló Jimin dejando la carpeta sobre el escritorio del pelinegro — Tu nariz ya es grande y no queremos que crezca aún más.

La razón por la que pasaba más tiempo allí, era porque solía ir a estudiar a la empresa. Si, Jimin parecía el dueño de esta.

Jungkook frunció su ceño.

—Jimin, porque no sigues con tus estudios en el rincón — murmuró entre dientes y miro a la chica — Para ser una pasante lo hiciste muy b-

— Anticuado, aburrido, cómo todo lo demás — suspiró Jimin — Para ser un pasante estuviste del asco, esfuérzate más, demuestra que no solo quieres ser una estúpida pasante toda tu vida, se más ingeniosa, le hubieras puesto estrellitas o perfume la hoja...quizás te sumaba un punto.

— Daré lo mejor de mí la próxima vez señor Jeon —  susurró tomando su carpeta en manos y retirándose, no sin antes fulminar al castaño.

— ¡Mirándome así no vas a mejorar en nada! — gritó Jimin — ¡Oye! No soy rencoroso — sonrió, pero cuando la puerta se cerró miró al contrario — Ojalá se caiga.

— Jimin...

— Sabes que fue del asco, si sigues pensando en los sentimientos de cada uno de lo pasastes no vas a lograr que ellos trabajen duro porque pensaran que eso... — señaló la carpeta de copia —  Es lo mejor que pueden hacer.

Pese a que Jungkook quería asesinarlo, sabía que tenía razón.

— ¿Qué haces aquí?

— ¡Cierto! — sonrió Jimin — Verás...hoy desperté con un dolor de cabeza insoportable.

— Bebiste como desquiciado con Taehyung en mi departamento Park — le recordó — Cuando te pedí echarle un vistazo, no me refería a que pasarás toda la noche allí, que usarás mi cocina, te acostarás en mi cama y bebieras mi alcohol importado para ahogar tus penas con Taehyung solo porque Hoseok le dijo que no lavaria su ropa de ahora en adelante.

— Un amigo, está en las buenas y en las malas Jeon — dijo con su puño en alto — Él pagó la pizza.

— Jimin.

— Si te casas conmigo, entonces viviríamos juntos en tu departamento y no tendríamos está discusión del porqué toque tus cosas ya que lo tuyo también sería mío — sonrió haciendo ojitos.

— A veces pienso que en verdad estás enamorado de mi Park Jimin — sonrió.

— A este paso serás mi única opción — bufó.

— ¿Mal día? No tenías una cita para desayunar — preguntó.

— Seh bueno — suspiró Jimin — Creo que no debería confiar mucho en las citas por redes sociales — sonrió avergonzado.

— ¿Eh?— lo observó.

— Digamos que mi cita resultó ser un mocoso de trece años que me propuso matrimonio — mostró su anillo de caramelo — Tranquilo — calmó de inmediato — Lo rechacé, hasta que cumpliera la mayoría de edad es decir, era muy apuesto, seguramente será todo un galán cuando crezca, espero seguir siendo su tipo — suspiró — Me mantendré joven, nos vemos en la tarde, tengo una cita en el spa.

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