11 | Palacete Vampiro

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Blake Mykelsson

Por segunda vez consecutiva vuelvo a caer en manos equivocadas, por segunda vez estoy en las sábanas dé una habitación a la cuál me levanto rápidamente. Tocó mi cuerpo teniendo en cuenta qué no estoy en la manada, ni huelo a lobos cercanos, solo irradia ese olor neutro dé vampiros.

Voy hacia la ventana y me fijo qué la oscuridad es la que predomina en el ambiente. Desde la ventana sé ven varios vampiros en su alrededores, a lo lejos se ven montañas espesas y un arbolado bosque tenebroso. Los recuerdos de lo qué pasó me hacen suspirar pesadamente.

«Gael estaba ahí »

«Para qué acepte venir aquí »

—No me llevaré el crédito dé qué fue a la fuerza porque tú quisistes venir por propia decisión mi Lady.

Giro mi cabeza encontrandome con Edrién tenía una camisa blanca qué se ajustaba a su musculatura y un pantalón de vestir oscuro. Su cabello liso se pegaba a su frente dejándolo ver esa belleza oscura qué predomina en él.

—¿Dónde está Kate?

—¡Blake!—me congeló en mi puesto cuándo veo qué dé el umbral sale la cabellera oscura y esa piel marfileña corriendo hacía mí.

La atrapó entré mis brazos, y sonrió sutilmente. No sé cuánto tiempo habrá pasado dé el abrazo pero sigo abrazándola creyendo que es irreal el hecho dé tenerla aqui conmigo me olvidó completamente dé todo y solo me concentró en la única amiga por la cuál siempre valdra la pena meter las manos al fuego.

—Increíble reencuentro —reviso su manos y visualizo qué ya no tiene las heridas qué tenía —Le di de mi sangré tranquila, está bien mi Lady.

«Lady, Lady Lady»

Veremos si me sigue diciendo así, cuándo le rompa los huesos.

Kate me aprieta con el brazo leyendo mis pensamientos mientras empieza a susurrar en voz baja qué no cometa una locura. Me separó dé ella sin dejar de ver a Edrién qué sigue cruzados de brazos en el umbral dé la puerta, sus ojos azules me determinan cómo si fuera alguna joya valiosa, o un trofeo qué le indica que el es único ganador.

Un dolor de extiende en el centro dé mi pecho y me invade un tristeza qué solo me indica a pensar dé el alpha egocéntrico, y altanero que debe estar destrozando todo a su pasó con mi ausencia.

—Gracias por besarme—se toca los labios con la punta de sus dedos y su expresión cambia a aterradora me sonríe de una forma retorcida —Acabas de firmar un pacto, eterno—me señala—Donde el rey lobo promete cazar a su oveja por el resto de los días de ambos.

—Las dejó sóla a ambas, requiero dé tu presencia abajo mi Lady. Tu y yo debemos hablar de un par de cosas.

Asiento sinceramente y desaparece de la puerta cómo una nube rápida. Kate sé sienta sobre un sillón antiguo dé la habitación y me arrodilló a su pies viéndola a los ojos.

—Te quitaron los pupilentes —me dice y arrugó las cejas ¿Lo hicieron? —Estoy tan feliz de verte Blake té estrañe mucho créeme. Después dé verte en ese estado en el bosque corrí lo más rápido que pude alejándome dé ahí, pero no hicieron espera ver los cadáveres en el bosque, Aurora estaba cerca...

—Tranquila—la calmo —Ahora estamos juntas y lo importante es éso y ver cómo saldremos dé este lugar y huir solas yo ...

—¿Huir solas?

—Si

—¿Qué tan cierto se corrió el rumor dé qué conseguiste a tu alma gemela?—me sonríe débilmente y no quería contar ésto porque sabemos lo qué cambiaría eso los planes de cualquiera —Dime la verdad.

Trihibrida |EN PROCESO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora