Pete.

Domado

[Presente]

.
.

Vegas giraba en su silla dando vueltas ansioso, tratando de despejar su mente y fallando miserablemente.

—Al diablo. —Susurro mientras se levantaba y dejaba el estudio para entrar a la habitación donde Pete se encontraba dormido.

Su Alpha finalmente se calmo. Ver a su Omega era como un tranquilizante para su cuerpo; había días en los que ni siquiera se podía despegar de Pete y otros en los que no soportaba la ausencia del mismo.

En conclusión: estaba jodido.

—Pete. —El Alpha se sentó a un costado de la cama y se acercó al sureño. Este gruñó al sentir como los labios de Vegas besaban su cara—. Amor, ¿quieres ver una película?

Pero Pete no despertó. Se dio media vuelta e ignoro la petición del Alpha.

Vegas sonrió. Ciertamente se sentía ofendido pero no podía molestarse con su Omega. Su pecho se hincho al pensar que ese hombre en la cama era suyo, que su marca estaba en su cuello.

No se trataba de su casta ni mucho menos de con quien estaba comprometido, a Vegas no le interesaba competir por Pete. Vegas de verdad estaba ilusionado con el guardaespaldas.

—Pete. —Volvió a insistir— ¿Qué fue lo que me hiciste?

Dejó un beso en su cabello antes de subirse a la cama y abrazar desde la espalda al sureño. Aspiro el aroma en su cuello y sonrió antes de cerrar los ojos.

¿Acaso algo podría salir mal?