Doctor Top

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[Presente]

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Cuando el doctor Top apareció con Nop en la puerta, Vegas sacó su arma para apuntar directamente al sujeto.

—¡Nop!

—Por favor, deje que el doctor haga su trabajo. —El Beta se puso enfrente del nuevo Alpha en la habitación—. Khun Vegas, Pete puede perecer, usted también.

Vegas sintió el líquido tibio aún correr por su nuca, sin embargo seguía más preocupado por su Omega. Seguía inconsciente, con la respiración lenta y varias heridas en la espalda.

Su lado racional le pedía apartarse para dejar que Top hiciera su trabajo, la animal, esa que gobernaba mayor parte de su cuerpo le pedía sacar a golpes al nuevo intruso en esa habitación.

Su aroma lo hacía sentir intranquilo, territorial, terriblemente celoso.

—Khun Vegas, por favor, mire el estado en que se encuentra el chico. —Suplicó el guardaespaldas.

—Khun Vegas, haré solo mi trabajo, todo bajo su supervision. —Negocio el doctor.

Vegas se obligó aceptar pero no se separo del Omega. Lo cargo hasta la cama y lo puso boca abajo. No soltó su mano en ningún momento.

El doctor Top se apresuró a revisar el cuerpo del chico inconsciente. Miró varias veces al Theerapanyakul; sus colmillo de fuera lo hacían querer retroceder.

—Tenemos que llevarlo a un hospital. —Dijo midiendo sus palabras—. No puedo asegurar que solo sean simples heridas.

—Pete no sale de aquí. —Vegas volvió a apuntarle con el arma—. Hago su trabajo y larguese.

—Pero Khun Vegas...

—Estoy siendo paciente. —Vegas no parecía dispuesto a dar su brazo a torcer—. Haga su puto trabajo y larguese.

Top suspiro. Miró con pena al Omega en la cama y se resignó a atender las heridas de su espalda.

Sus manos se movían con suma precaución, tratando de no tocar lugares equivocado y arriesgarse a quedar sin manos.

Minutos después se encontraba revisando al Alpha en la cabeza.

—Deberá tomar pastillas para calmar el dolor, le dejaré una receta médica con las indicaciones. —el doctor miró al Omega—. Para el chico bastará aplicar ungüento en sus heridas. Por ahora, le recomiendo este al tanto. No estoy seguro si solo son heridas externas, así que le dejaré mi número. Cualquier signo de malestar notifíquemelo.

El arma apuntó directamente a su cabeza. Vegas lo veía con una frialdad impecable.

Era el mismísimo demonio.

—Una palabra de esto a la primera familia y tu cabeza colgará como un trofeo en mi oficina. —El Alpha de la segunda familia advirtió— ¿Estamos claros?

Top asintió antes de dar la vuelta y salir de ahí.

Vegas de inmediato regresó con su pareja; tomó su mano izquierda y la beso con ansiedad. Pete aún no despertaba.

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—Doctor. —Nop que lo siguió a la salida, lo detuvo— ¿es realmente necesario llevar a Pete al hospital? ¿Tan grave esta?

—No realmente. —Top se dio cuenta de que el tipo, de alguna extraña manera, le tenía cariño al chico así que no temió decir lo que pasaba por su cabeza—. El chico está bien, dentro de lo que cabe, solo quería sacarlo de ahí para una revisión y después tal vez ayudarlo a volver a casa.

—¿Dentro de lo que cabe? —El Beta suspiro mientras negaba—. Khun Vegas no es ninguna broma.

—Lo sé. —El doctor miró al guardaespaldas—. Pero no creo que nos haga daño si el chico se lo pide. ¿Están enlazados?

Nop evitó contestar. Después de pensarlo largos segundos, miró al Alpha con sorpresa.

—¿Usted sabe que Pete es..?

—Inconsciente no puedo esconder su aroma. —Top recordó sus rápidas visitas en la casa de la primera familia. Recordó al que alguna vez identificó como Beta.

Vayas sorpresas que daba la vida.

—Lo que me preocupa es que no sean conscientes de su estado. —El doctor llevó su mano a su rostro y frotó su barbilla pensativo.

—Sea claro. —Pidió el guardaespaldas.

—El chico está gestando. —Top miro al paralizado Beta—. He atendido a miles de Omega en cinta. Su aroma es inconfundible; ese chico está embarazado.

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Vegas vestía pantalones holgados y una camisa suelta. Sus cabellos mojados eran secados con cuidado; gruñó al sentir como la herida de su cabeza había sido tallado por la toalla.

Suspiro antes de voltear hacia Pete. Pensó en llamar de nuevo al doctor Top al ver que su Omega aún no despertaba.

Sentía la ansiedad recorrer todo su cuerpo al verlo en ese estado. Lo prefería maldiciendolo, regalándole miradas molestas, sonriendo como tonto al ver un plato de fideos.

Tomó sus zapatos y se dirigió a la puerta dispuesto a salir en medio de la noche por ese maldito doctor.

—¿Estas bien? —La voz rasposa y apenas audible de Pete lo sacó de sus pensamientos.

El Omega lo miraba con los ojos apenas abiertos. Lucia terriblemente cansado.

—Pete...

—¿Te hizo daño? —Preguntó el guardaespaldas.

Vegas sentía que se derrumbaba ahí mismo. ¿Acaso no podía ver su situación? ¿No se daba cuenta en el estado que estaba? ¿Por qué se preocupa por él?

—¿Por qué lo hiciste? —A Vegas le temblaba la mandíbula—. Don't do it again.

La mirada de Pete se desvío y sonrió con dificultad.

—Mi cuerpo se movió antes de que lo pensara. —El Omega susurro—: me alegra haberlo hecho.

—¡No lo hagas! —Vegas explotó— ¡No vuelvas hacer una estupidez como esa! ¡No pongas tu vida en riesgo! ¿escuchaste? La próxima vez que lo hagas voy a...

—¿Matarme? —Pete rio—. Te lo he suplicado tantas veces que en serio dudo que lo hagas.

Vegas cayó al suelo de rodillas.

—¿Vegas? —Pete trató de levantarse, pero el cuerpo lo sentía entumido.

I need you, Pete. —Soltó Vegas en medio de sollozos—. Te necesito... Por favor, Pete, no pienses en siquiera dejarme... Pete...

—Vegas. —El Omega estaba estupefacto al ver como el Alpha, el temible Vegas Theerapanyakul, se volvía un niño pequeño e indefenso rogando por él.

—Quedate conmigo, ¿sí? —El Alpha se acercó al chico en la cama y tomó su mano para llevarla a sus labios y besarla con cariño—. No hagas nada estúpido, no atentes contra tu vida, te lo prohíbo.

—... Yo no...

—Por favor. —El hombre acarició los cabellos del Omega y beso su frente—. Quedate conmigo, Pete.

El aroma petricor inundó toda la habitación arrullando al Alpha.

—Prometeme que no lo harás de nuevo. —Vegas cerró sus ojos—. Pete, no hagas nada estúpido.

Pero Pete no contestó.

Pete. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora