Pete.

Lealtad

[Presente]

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Pete le mostró una sonrisa cansada al Alpha en cuanto lo vio llegar al área de descanso.

—Quise convencer a Porsche de que no era buena idea que salieras. —Anakinn se encogió de hombros mientras tomaba asiento a un lado de Pete—. Pero Porsche insistió demasiado. Dijo que te sentirías mejor.

—Me siento mejor. —Aseguro Pete recordando a Vegas—. Khun Kinn, hay bastantes cosas que no entiendo. Dejar de lado a Porsche es una de ellas.

—Yo no... —Kinn se tocó la cabeza con pesar—, ¿Porsche te lo dijo?

—Un Omega en cinta, en constante estado de estres y en su condición solo puede tener una consecuencia. —Pete miro fijamente al Theerapanyakul—. Khun Kinn, esto no se lo digo como un empleado de esta casa, se lo digo como el amigo de su pareja; Porsche merece algo mejor.

—No puedes juzgarme sin antes saber mis motivos. —Kinn se molesto—. Sino he contradecido a mi padre es por el miedo de que algo les pase. Tú no sabes todos los enemigos que tengo allá fuera...

—Usted no sabe los enemigos que tiene dentro. —Pete calló todo parloteo de Kinn—. Me gustaría preguntarle algo.

—¿Qué cosa?

—¿De verdad se casara conmigo? —El Omega lo miro con detenimiento, estudiando la respuesta que el Alpha le daría.

Kinn se quedó callado. No planeaba casarse con Pete. No cuando ya tenía a Porsche y un cachorro, "¿entonces por qué dudaba?"

—... Mi padre desistirá de la idea.

Pete suspiro ignorando el impulso de golpear a su jefe.

—¿Sabe la razón del por qué volví a esconder mi aroma aún cuando todos ya saben mi casta? —Cuestiono el sureño. Ante el silencio del Theerapanyakul volvió a cuestionar:—  ¿Por qué me mantengo aislado?

Kinn no entendía lo que Pete quería decir.

Pronto, un aroma increíblemente familiar inundó el lugar. Kinn se cubrió la nariz y las alarmas en su cabeza se encendieron.

No era el aroma de Pete; era el de Vegas.

—Lamentablemente yo no puedo esperar a que Khun Korn desista de la idea. —Pete bajo el cuello alto de su camisa y mostró la marca que mantenía en el cuello—. Soy un Omega enlazado en espera de un cachorro. Lo que menos tengo es tiempo.

Kinn no daba crédito a las palabras del guardaespaldas.

—... Vegas... ¿Él abuso de ti? —Anakinn sentía la culpa comerlo vivo— Pete...

—Marque a Vegas. —Pete aclaro ante las ideas que el primogénito de Korn estaba formulando en su cabeza—. Y todo fue consensuado. Khun Kinn, si no está dispuesto a hacerle frente a su padre, solo le pido que entienda la situación y no interfiera. Yo no voy a casarme con usted, no pienso dejar a mi cachorro sin su padre y no voy a traicionar a mi amigo.

—Pero Vegas...

—Vegas hará lo imposible por mi bebé y por mí. —Pete suspiro—. Temo que no se la manera pero conociendolo la primera familia no saldrá bien parada.

—¿Traicionaras a la primera familia?

—... No puedo engañar a mi corazón.