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Jiang Wanyin seguia bebiendo de su café mientras reía por los chistes que hacía el hombre frente a él. Ya habían pasado un par de horas, así que estaban terminando de charlar.

— bueno, lo mejor será que nos vayamos encaminando al hotel de nuevo, porque está empezando a anochecer —soltó Lan Xichen, Wanyin asíntió y vio al hombre pagar la cuenta y darle la mano para que él se pusiera de pie.

Caminaron fuera y con el ambiente cómodo que habían creado. Xichen lo miraba de reojo porque le parecía increíblemente bello.

— ¿Te podré ver mañana, Wanyin? —le preguntó al joven, él sonrió. Claro que se verían mañana, más eso él no lo sabía.
— Claro —sonrió— tienes mi número, puedes llamarme —le recordó, Wanyin le dió su número por cualquier cosa en la cafetería, en verdad le caía bien el chico.

Al llegar al hotel, el sol ya había caído casi por completo, así que ambos subieron a sus habitaciones luego de darse dos besos en las mejillas para despedirse.

Jiang Cheng entró con una sonrisa en la cara, y le creció más cuando notó que estaba solo en la habitación. Cerró la puerta y se quitó los zapatos, estaba un poco cansado y quería dormir, se comenzó a desvestir lentamente, no tenía prisa.

Comenzó desabotonando su camisa y quitándola por completo quedando sin nada en eso. Iba a quitarse el pantalón cuando sintió unas manos en su cintura que lo pegaban a una piel. Se asustó y se giró a ver qué pasaba, el pelinegro estaba detrás de él acariciándole la espalda.

— MingJue —dijo él pero fue interrumpido por la mano del mayor que le cubrió la boca.
— Shhhh —dijo en el oido de él— esto va a ser así, Wanyin —estaba furioso porque el Jiang había salido con un chico, había tratado de calmarse pero era imposible— Tú y yo vamos a coger en esa cama de ahí, y yo no diré nada sobre Wuxian y Wangji —amenazó— no es pregunta— le soltó la boca.
— No, MingJue  —trató de apartarse— No digas nada, por favor —lo miró, ahí se dió cuenta que el mayor tenía una cara brutal, estaba furioso.
— Oh sí Wanyin, sí va a pasar —lo tomó con sus manos levantándolo y arrojándolo a la cama, Jiang Cheng se orilló contra la cabecera viendo como el hombre se desnudaba frente a él.
— por favor MingJue —suplicó, el demonio lo miró y se acercó con el pantalón desabrochado y sin camiseta, lo tomó de las caderas jalandolo hasta quedar en el borde, se metió entre sus piernas.

El miedo dentro de él era tremendo, estaba a punto de llorar, y solo quería que fuese pesadilla. Sintió que el pelinegro le bajaba el pantalón hasta quitárselo, ahí comenzó a llorar. Se sentía débil, vulnerable...

— Te lo ruego MingJue, no me hagas esto, por favor —lo miró a los ojos.

Sus miradas chocaron, y Nie MingJue se percató de que él Jiang estaba llorando, jamás se había sentido de aquella forma.

Se alejó del chico, sentía que algo dentro de él se negaba a hacer aquella mala acción. Era un demonio, no tenía compasión, o lastima... Pero él lo había hecho sentir eso.

Negó un par de veces y se alejó de él abriendo la puerta y yendo a su habitación. Wanyin se quedó llorando aferrado a las cobijas cubriendo su desnudez. Se sentía observado, acosado. Aunque dentro de sí mismo agradecía que no le hubiese hecho nada, porque no podría vivir con eso dentro de su mente.

Mientras tanto él, estaba frustado. No sabía porque mierda no había podido tomar al chico. Simplemente no había podido. Quizás era que lloraba, o que suplicaba y eso lo hizo... Compadecerse. Negó, él no era así, él era malo estaba en su naturaleza.

Se metió bajo las cobijas cerrando sus ojos tratando de encontrar un poco de paz. No quería verlo a la cara, le avergonzaba la situación.

Trató de quedarse dormido, pero no podía, aún era temprano. Giró por horas en la cama hasta de después de algunas horas... Pudo por fin dormir.

Demon - MingChengWhere stories live. Discover now