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Jiang Cheng abrió los ojos completamente desubicado, no sabía en qué momento se había dormido y no tenía idea qué hora era. Se levantó de la cama y se olfateó a si mismo. No olía asqueroso, pero olía a haber sudado y no haberse duchado lo cual le desagradó. Se quitó la ropa y puso su tina a llenar, pensó en usar bata de baño pero... Ya vivía solo, podía salir desnudo.
Tomó su ropa sucia del suelo y caminó sin más hasta el cuarto de lavado, dejó la ropa sobre un canasto y caminó de vuelta.

Solo el timbre lo hizo abrir los ojos como loco y mirar en dirección de la puerta. ¿Qué mierda pasaba?
Corrió por su bata y luego, corrió a mirar por el ojillo de la puerta solo para ver la cara de Lan Xichen del otro lado de la mirilla, frunció el seño y abrió la puerta.

— Xichen, ¿Qué haces aquí? —preguntó, seguía sin tener idea de qué hora era y eso lo destanteaba más. 
— te llamé pero no respondías y pensé que algo te había pasado, estaba muy asustado, lo último que supe de ti era que te quedaste en el restaurante... —el chico asomó la cabeza asegurándose de que nadie lo estaba observando y metió al chico al apartamento.
— perdona, pero me he quedado dormido casi todo el día de ayer —mintió, tampoco quería decirle al chico que toda la tarde de ayer se la había pasado follando como un conejo con su jefe— mi compañero de piso, mi mejor amigo, se mudó con su pareja, me he sentido muy triste, la verdad no tengo muchas ganas de nada —hizo una mueca, escuchó el agua y corrió al baño a cerrar el grifo.

¡Mierda! Tenía que tomar su ducha, pero no quería tomarla con él ahí, era un poco... Incómodo y se requería una confianza mayor para eso. Regresó a la sala donde el Lan ll miraba con cierta gracia en el rostro, Wanyin sonrió un poco y lo miró.

— acabo de despertar —confesó— e iba a darme una ducha. —sonrió un poco y suspiró.
— claro, yo solo quería saber que estabas bien, debo volver a casa —contestó el mayor y se acercó al Jiang, le besó la mejilla cortamente aunque de manera lenta y se miraron un poco en la separación, si Wanyin no hubiese conocido mejor a MingJue, quizás las cosas habrían funcionado con el Lan... Pero no era su destino.

Se separó cortésmente provocando una risa en el chico, seguramente él también esperaba que algo más pasara con Jiang Cheng... Pero no, no parecía que este tuviese ganas y él antes que todo era un caballero. Y jamás obligaría a nadie a nada.

— bien, me voy —dijo el Lan y se encaminó a la puerta. Wanyin lo acompañó y le abrió, se despidió con la mano de nuevo y lo vio irse.

Cerró la puerta y volvió al baño para finalmente tomar su ducha. Mientras que el hombre de cabellos negros y elegancia nata bajaba las escaleras un poco lento hasta el lobby del edificio de departamentos, el pelinegro de músculos exhuberantes entraba al edificio en busca de su chico.

Ambos se miraron a los ojos con una clara confusión en el rostro. « ¿Qué hace él aquí? » se preguntaron ambos mentalmente. Los dos querían pensar que el otro iba a visitar a alguien más, pero también sabían que existía un chico que ambos conocían y era Jiang Wanyin.

Pasaron de si sin decir nada, solo frunciendo el seño y siguiendo su camino. MingJue subió por las escaleras con un gesto un tanto molesto en el rostro. Y una vez en la puerta de su chico tocó con fuerza.

Jiang Cheng abrió los ojos un poco intrigado, pensó que quizás Xichen había olvidado algo... Pero es que tampoco llevaba cosas. Salió del agua y se puso la bata de nuevo. Caminó hasta la puerta dejando huellas mojadas en el suelo y miró por el ojillo de la misma nuevamente.

Abrió la puerta y miró al mayor con una sonrisa aunque confundido.

— Ah, entonces sí vino aquí —dijo este al verla mojado, seguramente se había dado una ducha típica después del sexo... O quizás se habían duchado mientras lo hacían.
— ¿Qué? —respondió Wanyin con el entrecejo fruncido.
— Lan Xichen, estuvo aquí contigo ¿no? No mientas porque lo ví al entrar cuando él iba de salida —cerró sus ojos y suspiró. Seguramente sus vecinos creerían que era un chico fácil. Mira que ver entrar dos hombres a su apartamento era mucho para él.

Demon - MingChengWhere stories live. Discover now