➳𝐋𝐮𝐧𝐚

➛Capítulo 7 - Por ti...

Los mates de algún Licántropo se pueden encontrar en otros seres que no son de su misma especie, pero siendo así, son mas propensos al Rechazo de este.

Y por mas que Jisoo pataleo, rasguño y mordió a Rosé, la chica no estaba dispuesta a dejarla ir. La pequeña bruja no tuvo otra alternativa mas que caminar de vuelta a la manada, y los lobos a su alrededor solo hacían que mantuviera ese pensamiento y no el de intentar huir nuevamente.

Con la condición de que la rubia mantuviera sus manos -o patas, como las había nombrado la pequeña en un insulto- en su lugar, fuera de ella. Pero eso no impedía que ella la mirara constantemente, con una boba sonrisa en su rostro.

Jennie observaba con curiosidad su comportamiento, totalmente diferente al de Lisa con ella. Giró la cabeza al frente de nuevo, pues sus tropiezos aumentaban debido a la falta de luz que había. Y antes de lo esperado, la pelinegra se encontraba caminando a su lado, apretando sus labios y jugando con sus dedos, en un gesto nervioso.

Parecía intentar decir algo, pero las palabras no le salían.

—Quería... pedirte una disculpa por mi anterior comportamiento...

La pelinaranja la miró con los ojos muy abiertos, esperando de todo menos eso por parte de su posesiva mate. Hizo una mueca, sin saber que responder ante sus disculpas.

—Pude sentir tu... tristeza mientras mirabas a Rosé con su mate —siguió la pelinegra, mordiendo su labio inferior. Esto alerto a Jennie. ¿Sentir su tristeza?—. Yo sé que empezamos con el pie izquierdo, pero si me aceptas, prometo cambiar —la sonrisa que adorno su rostro, hizo que Jennie se quedará sin aliento—. Cambiaré por ti.

Antes de que la pelinaranja se negará ante su propuesta, pensando en esta como algo completamente absurdo e irracional, una voz la detuvo.

"Si quieres salir de aquí, debes ganarte su confianza".

Miro de reojo a Jisoo, quien mantenía sus ojos fijos en ella. Su rostro sin ninguna expresión.

—¿Jennie? —la llamó Lisa, esperando una respuesta.

¿Debía hacerlo? El plan no sonaba nada mal, si tenía la confianza de la futura Alpha, tendría la oportunidad de robar la Joya sin sospechas, y escapar con Jisoo sin que nadie las detuviera.

Lisa extendió su mano, esperando no tener nuevamente el rechazo de Jennie. La pelinaranja trago con dificultad, tomando la mano de la pelinegra y entrelazando sus dedos en señal de aceptación. Sintió ese agradable cosquilleo en su cuerpo al hacerlo, y la tierna sonrisa de Lisa solo fue como la cereza al pastel.

El lobo de Henri miraba la interacción de ambas chicas con recelo.

☾ * ☽

Un Licántropo puede puede percibir las emociones de su mate, y después de la mordida, estas se intensifican.

—Al fin llegas, tu padre ha llamado Lisa—aviso Hyun-ah apenas pusieron un pie dentro de la gran casa.

Lisa le dio una mirada de disculpa a Jennie antes de soltar su mano y subir las escaleras hacia el despacho del Alpha, seguramente para llamar a su padre.

—¡Ah no! ¡No dormiré contigo, pulgosa! —se giró cuando escuchó a Jisoo quejarse, la chica mirándola con una expresión confusa en el rostro.

—Pero... eres mi mate, ¿porqué no quieres estar conmigo? —dijo dolida, acercándose lentamente a ella, pero Jisoo retrocedió bruscamente.

—¡Ni siquiera sé tu jodido nombre! ¿Y ya quieres que compartamos cama?

—Mi nombre es Park Chaeyoung, puedes decirme Rosé—se presentó con una sonrisa, pensando que eso resolvería el problema—. ¿Ya vamos a nuestra habitación?—tomó la mano de Jisoo con suma delicadeza, como si la chica fuera hecha de porcelana y su simple tacto la quebraría. La llevo a sus labios, dejando en su dorso un casto beso.

Jennie no podía dejar de mirar, puesto que la reacción de Lisa a la idea de que Jennie durmiera en otra habitación ni siquiera se acercaba a esta.

—Ah, claro. Un gusto Rosé, ahora llévame a mi habitación—dijo Jisoo apartando su mano de la chica—. ¿Entiendes? Tú en tu cama, y yo en la mía.

La rubia solo asintió con la cabeza desanimada, comenzando a caminar al fondo del pasillo y Jisoo siguiéndola sin rechistar.

—Esa pequeña tiene problemas eh—bromeó Hyun-ah, Jennie había olvidado que la chica se encontraba ahí—. ¿Tienes hambre, Luna? Estábamos por cenar algo.

Jennie comenzó a caminar detrás de ella, en camino a la cocina.

—¿Estábamos...?

Se quedó de piedra al entrar a la cocina, el chico se encontraba sentado en el taburete comiendo un plato de cereales dándole la espalda a ambas.

—Jong-in, ella es Jennie. Tu futura Luna.

Su mirada se elevo al escuchar a Hyun-ah hablar, y frunció el ceño al ver nuevamente a la pelinaranja.

—¿Qué haces aquí?—preguntó como si se tratará de una broma—. Técnicamente te di pase§libre a la libertad, no me digas que no supiste rechazarla...

Su corazón palpitaba acelerado, temía que este se le saliera del pecho. Hyun-ah miraba al chico sin comprender lo que decía, comenzando a unir las piezas.

—Y-yo...

—¡¿Fuiste tu?!

La furiosa voz de la mate de la pelinaranja resonó en las paredes de la cocina, las manos de Lisa estaban cerradas con enojo y las uñas se encajaban en las palmas de sus manos.

Ansiaba tener su puño en la cara del chico, pues por culpa suya estuvo a punto de arruinar su vida. Y eso no lo pasaría por alto.

Sin embargo, su furia aumento cuando Jong-in sonrió arrogante en su dirección. No sabía como contener su enojo. Debía contenerse, debía calmarse...

Pero ya era demasiado tarde, pues su Loba ya había tomado control de su cuerpo y mente.