➛Capítulo 12 - Mariposas

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—Antes era la habitación de Lisa, pero papá le dijo que tenía que irse a otra

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—Antes era la habitación de Lisa, pero papá le dijo que tenía que irse a otra. Así que me la dejo a mi.

Jennie aún no podía procesar bien lo que tenía enfrente. Eran mariposas, por todas partes. De diferentes tamaños, formas y combinaciones de colores. Parecían estar disecadas, pues se veían demasiado reales. Otras colgaban de un hilo en el techo, Minnie salto sobre su propia cama para soplar y que estas se agitaran de un lado a otro.

Las cortinas de la habitación estaban hechas con flores, un detalle que volvía el cuarto más iluminado. En un gran mural cerca de la ventana, se encontraban miles de dibujos de diversa variedad de mariposas pintadas a blanco y negro. No tenía idea de que Lisa dibujará.

—Lisa las hizo —Minnie respondió a la duda que se formaba en la cabeza de Jennie—. También las mariposas.

—Creí que estaban disecadas...

—Nop —negó, tronando la P en sus labios—. Ella iba al bosque y las pintaba, después juntas hacíamos una mariposa y las pegábamos en su habitación... A papá no le gustaba... —agregó cabizbaja.

Jennie se acerco a la pequeña.

—¿Quieres ver las mariposas que pinte yo? —su entusiasmo volvió repentinamente, y sin que si quiera Jennie pudiera aceptar ya estaba siendo arrastrada frente al mural de dibujos—. Este fue el primero —apunto a un dibujo, que no se trataba de mariposa, si no de un gusano.

—¿Y porqué un gusano?

—Porqué las mariposas eran gusanos antes de tener alas —parecía que su explicación le daba satisfacción, pero su expresión cambio a una triste—. Papá dice que los Omegas son como los gusanos, pero la diferencia que tenemos es que nosotros nunca tendremos alas...

—¿Eso dijo él?

—Es la verdad. Yo nunca podré transformarme, soy débil y también pequeña. Como un gusano...

Jennie miró las diferentes mariposas dibujadas en ese mural, y como solo ese dibujo de un gusano era el único entre tanta diversidad de alas.

—Pues eso no es verdad —al fin habló, Minnie poniendo su atención en ella—. Tú también eres una mariposa Minnie, si, tal vez tus alas sean diferentes que las de otras. Pero te diré una cosa: las cosas bellas suelen ser las más frágiles.

Este argumento pareció convencer a Minnie, quien con una sonrisa paso a mostrarle las mariposas que ella había dibujado. Sus dibujos eran bastante tiernos a decir verdad, alas a desproporción, unas marcadas antenas, en incluso una sonrisa en las mariposas.

—Son hermosas, tienes un don —halagó.

—Las de Lisa también —añadió con una sonrisa—. ¿Jugamos?

—Creo que tengo una mejor idea...

☾ * ☽

Al terminar de desinfectar la herida, Chitt se encargo de vendar el brazo.

En ningún momento haciendo contacto visual con su hija, quien tampoco intentaba tenerlo. El silencio entre ambas parecía ser interminable, hasta que Chitt murmuro un "listo".

—Cariño...

—Debo irme.

—Solo dale algo de tiempo —pidió su madre—. No es fácil digerir esto, y tú sabes bien como funcionan las leyes aquí...

Lisa enfureció de inmediato.

—Las leyes no aplican ahora, sé que cada Alpha debe tener un sucesor pero... no es el caso... Encontraremos una manera.

—Lisa...

—Creí que me apoyarías madre, pero ya veo de que lado estas...

Chitt tomó las manos de hija entre las suyas, brindándole ese calor maternal que tanto la tranquilizaba.

—No estoy de lado de nadie cariño, solo trato de ver lo mejor para...

—¿Para quién? ¿Para papá? ¿La manada?

—Para todos. Soy la Luna de Dark Moon, y es mi deber. Pero tú estas sobre todo. No importa la decisión que tomes.

La pelinegra suspiró aliviada ante sus palabras, y buscó consuelo en los brazos de su madre.

—No sé que pasó con Marco, él no era así —murmuro Chitt, acariciando el brazo vendado de Lisa—. Estos años a sido un infierno.

☾ * ☽

Lisa entro en pánico cuando al salir de la recamara de su madre, y se dirigió a la de su hermana, estaba vacía. No había nadie.

Buscó en toda la casa y no había ningún rastro de ambas, parecía que se las había tragado la tierra. Estaba por llamar a los guardias, cuando observó por la ventana en el jardín trasero. Donde había una manta sobre el pasto, y sentadas sobre ella estaba su mate junto a Minnie. La tranquilidad volvió a ella, y se apresuro a salir.

—¿Qué hacen afuera? —cuestionó divertida, acercándose a pasos lentos.

—¡Horneamos postres! —exclamo Minnie emocionada, extendiéndole un pastelito de chocolate a su hermana, quien lo tomo con una sonrisa.

—¿No vas a morir si comes chocolate?

Lisa rodó los ojos ante el comentario de Jennie, quien al parecer decidía tomarse su situación con humor. El resto de la noche, se dedicaron a atrapar luciérnagas, observar el cielo estrellado, comer postres hasta que no podían más, y dibujar mariposas. Mañana sería la reunión con todos los Alphas. Y no sabían que les esperaba.

 Y no sabían que les esperaba

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➳𝐋𝐮𝐧𝐚 Where stories live. Discover now