Un nuevo amigo

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Lo poco que sabía de él era su nombre y que ambos se habían conocido en la peor de las condiciones. En aquel tiempo, Levi no era más que un miserable ladrón que nació entre la suciedad y la oscuridad del subterráneo, bastaba su preferencia para que la gente lo odiara, pero ella siempre lo trató diferente. Hange siempre, desde el punto de vista de Levi, un personaje peculiar.

La primer impresión jamás se olvida. La primera vez que se vieron frente a frente él no supo que pensar pero si tuviera que describirla en una sola palabra, diría que ella fue; exasperante. Por su lado, Hange pensaba que tener una conversación con él era el desafío más grande, lo que para ella era gracioso ya que Levi es más bien pequeño. Él parecía querer matarla cada que se veían pero tonterías como esa no fueron impedimento para que Hange se despertara un día con ganas de hacerle otra visita; esa vez anduvo por el pasillo practicando lo que le diría, tal vez así no tendría tiempo de cerrarle la puerta en la cara.

—¿Dónde vas? —ni siquiera pudo tocar la puerta cuando escuchó a Moblit detrás de sí, sonaba preocupado.

—Le haré una corta visita a nuestro inquilino —le dijo alegremente y volvió darse vuelta, y tocó la puerta tres veces.

Esperó que cuando abriera la puerta, él la recibiera con un insulto o una mirada retadora pero apenas lo tuvo enfrente, él la agarró por las solapas de la camisa del uniforme y de un tirón la metió en la habitación.

—Habla —demandó cerrando la puerta y ella lo miró desde el suelo, balbuceando, para disgusto de Levi, quién carecía de la paciencia—. Quieres saber el secreto de mi fuerza, ¿No es así? —Hange asintió—. ¿Qué pasará si te lo digo, experimentarás con mi cuerpo?

Hange soltó una sonora carcajada. Había pasado tanto tiempo que olvidó el origen de aquél rumor, para todos era conocida como la loca de los titanes, sin embargo, esperaba que Levi no fuese como otros y le diese el beneficio de la duda.

—Tengo la teoría de que puedes volar, ¿Me dejarías empujarte desde la cima del muro? —bromeó pero parecía que él no entendía los chistes—. Es broma, aunque si me gustaría comprobar si...

—No pienso prestarme para eso.

—Déjame mostrarte mi trabajo. Si puedo convencerte de que no corres un peligro conmigo, tal vez cambie tu opinión sobre mi.

Hubiera preferido rechazarla pero luego pensó que, si lo hacía, tendría que pasar la tarde con un séquito de incompetentes.

—Bien —era mejor pasar su tarde libre con una sola—. Te acompañaré pero si un titán decide que serás su almuerzo, yo no pienso defenderte.

—Me agradas —rió.

Pero aquella vez no hubo entrenamiento, ni experimentos, ni un discurso aburrido sobre temas aburridos, solo un tranquilo paseo a caballo y para infortunio de Levi, Mike Zacharius, el muchacho que lo hizo beber del charco de aguas residuales, les hizo compañía.

—El chico flotó sobre mi y degolló un ejemplo de diez metros con sus filosas cuchillas —Hange gesticulaba con cada palabra que decía.

—Es cierto, lo vi con mis propios ojos —la apoyó Mike, quién cabalgaba a su lado. Hablaban de las habilidades de un soldado cuyo corazón fue entregado mucho antes que Levi entrara al ejército.

—¿Con qué otra cosa lo verías, idiota?

Mike volteó a verlo, tenía una mueca de disgusto que, después de los malos ratos que vivieron juntos, le era complicada de disimular. Hange, ajena a la tensión entre sus compañeros, se echó a reír con fuerza.

—¿De quién son esos caballos? —Mike volvió su vista a Hange, quién desmontó su caballo para ir trás los dos que atados en el porche de una cabaña.

¹ 𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 ── levihan [✔]Where stories live. Discover now