4. Malinterpretar.

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Los días seguían pasando, casi un mes desde que Yeontan no estaba en casa, el ánimo de Taehyung seguía igual, sin mejoría, al contrario empeoraba su humor al pasar de los segundos

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Los días seguían pasando, casi un mes desde que Yeontan no estaba en casa, el ánimo de Taehyung seguía igual, sin mejoría, al contrario empeoraba su humor al pasar de los segundos.

Durante estas semanas ha tenido presentaciones en distintos programas de variedades, así mismo fanmeetings y citas con la prensa, todos se conectaban por un simple cuestionamiento ¿Taehyung tenía novia/o?

Y aunque todas las nuevas fanáticas deseaban escuchar otra respuesta, aún cuando Taehyung solía repetir que le gustaba su soledad y que sería mucho mejor si encontrara a Yeontan. Insistían esperando una respuesta distinta.

A diferencia de otras veces en donde solía estar con Jimin o hablar con Hobi, ahora estaba solo. Desde lo ocurrido con la prostituta de Bisan-dong estaban peleados y resultaba algo triste para el trío de chicos, pero en especial para Jimin la forma en la que las cosas habían terminado, su amistad había resultado afectada por un capricho de ambos castaños.

Mirando por su balcón, degustando de una cara botella de vino tinto, Taehyung estaba esperanzado de ver a Yeontan aparecer por la calle, pero lo único que apareció fue una mujer, ver a su vecina le recordó a su madre y la odio.

Durante años Taehyung había mantenido en secreto lo ocurrido con su madre, pues alegaba que no valía la pena recordarlo, en absoluto.

La mujer de piel bronceada igual a la suya, lo abandonó por otro hombre según le contó su padre y la detestaba, también recordaba lo que le hacía cuando era un niño ¿quién era capaz de encerrar a su hijo en el sótano sin razón? Bueno, su madre era capaz de hacerlo.

Jamás lo entendió, pero estaba seguro que su madre tenía un tipo de rencor por él o más bien hacia él, sin ninguna explicación racional y si existía no lo sabía. Sin embargo, era consciente de que no todo en esta vida tenía una explicación lógica.

Molesto con su vecina, pero en especial con la vida, lanzó la copa, terminando por estrellarse en el tapiz blanco, que ahora tenía una linda mancha color rojiza esparcida por distintos lados.

— Esto es una mierda — susurró y guardó silencio al escuchar que alguien llamaba a su puerta.

Detrás del marco de metal se encontraba el pequeño Min Jungkook tocando la puerta con su mano libre, mientras la otra era sostenida por Dolly, que con su brazo vacío cargaba a Yeontan.

Varios toques y nada, el último fue bastante fuerte y resultó convincente para que por fin el castaño se animará.

Se acercó a la perilla de mala gana y abrió con brusquedad, topándose a la prostituta de ojos azules que le desagrada, un niño y mucho más importante su pequeño amigo peludo.

Yeontan fue depositado en el suelo y no dudó en correr a rascar su espalda en el carísimo sofá de su dueño.

— Bueno, creo que Yeontan está donde debe estar — aseguró amablemente Young Mi, lista para marcharse, pero Taehyung se lo impidió.

A Million Men • KTH • Resubiendo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora