30. Palabras que duelen

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Tae se encontraba ebrio en su apartamento, por más que JiMin o NaYeon intentarán hablar con él era imposible estaba encerrado en su recámara bebiendo sin control y Yumi no daba señales de vida

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Tae se encontraba ebrio en su apartamento, por más que JiMin o NaYeon intentarán hablar con él era imposible estaba encerrado en su recámara bebiendo sin control y Yumi no daba señales de vida.

Tae lanzó la botella vacía contra la pared maldiciendo a su madre y a sí mismo por el trato a Yumi.

Se sentía solo, vacío. De nuevo no tenía nada o así lo percibía; mientras caminaba de vuelta a su recámara tocaron la puerta fue a ella esperanzado de que fuera su chica, pero ni siquiera logró percatarse que quien yacía frente a él era su novia falsa.

— Tae...supe que estas mal — soltó con un poco de preocupación y este la dejo pasar creyendo que estaba frente a él la mujer más hermosa que sus ojos habían visto.

— Yum...— hipeo y atrajo el cuerpo de la más baja hacia el suyo — mi mamá — sollozó y la chica lo abrazo.

— Aquí estoy para ti TaeTae — susurro dulcemente embriagando el cerebro de Tae sin necesidad de más alcohol. Kim la beso creyendo que Yumi la mujer que le gustaba se situaba frente suyo.

SunHee aprovechó la situación y le siguió el beso, dejando que sus instintos primitivos la sucumbieran y la superaran aun cuando sabía que estaba actuando mal.

Tae subió el vestido de la chica dejando su abdomen y piernas al descubierto, la pelinegra llevo sus manos a la camisa de este hasta desabotonarla por completo y retirarla, acariciando en el proceso cada centímetro de la piel del moreno.

Kim le hizo enrollar sus piernas alrededor de su torso y caminó torpemente hacia la habitación que se suponía era de Yumi. Recostó a SunHee y beso su cuello y abdomen, para luego destrozar el sostén de la chica de golpe.

Una parte de él quiso detenerse, pero no podía y cuando lo intento SunHee tomó el control, sentándose sobre él y terminando de desvestirlo.

— Mírame Tae — susurro la chica mordiendo el lóbulo de su oreja mientras el chico obedecía. Mientras la miraba dos segundos bastaron para perder la razón y terminar por contundirse, el rostro de SunHee y Dolly estaba fusionado y se veía algo borroso por ratos.

— Yo...

— Déjate llevar — sonrió la mujer sentándose a horcajadas sobre él, iniciando una fricción desesperada entre sus sexos.

Sus movimientos se tornaron lentos mientras dejaba que Tae la besará como si la deseara — Dolly — susurro el castaño mientras sus manos viajaban por la espalda de la mujer; SunHee paró en seco al escuchar que el chico por el que se desvivía la llamaba por el apodo de la prostituta.

De un momento a otro Kim la acercó a su anatomía mucho más y sonrió alcoholizado — tienes mucha suerte de no haber conocido a la bruja que me dio la vida — escondió su rostro en el cuello de la mujer y se aferró a ella comenzando a llorar y a contarle sus agonías y secretos. — mi mamá regresó y... MiYeon es mi hermana — sollozo con mucho dolor — dejé que mi hermana se prostituyera por no saber quién era — los ojos de SunHee se abrieron como platos y permaneció en silencio — cuando la vi recordé cuando me golpeaba y me encerraba en el sótano o en el armario — soltó una risa junto a unas lágrimas y afianzó su agarre a la chica que se sentía peor que nunca por escuchar la vida de Tae de esa manera.

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⏰ Última actualización: Sep 23, 2023 ⏰

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A Million Men • KTH • Resubiendo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora