Un día

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Félix tenía suficiente dinero para rentar algo pequeño. Desde que dejó la universidad, Hyunjin y Seungmin le dieron una mensualidad por mantener la casa limpia y cocinar para ellos. Ahorró el dinero, sabiendo que algún día iba a necesitarlo. Su nuevo cuarto constaba de una cama, el pasillo de entrada donde se encontraba la cocina y un baño. Estaba bien para comenzar de nuevo.

No podía tirarse a la cama y deprimirse porque su nuevo trabajo en una tienda de conveniencia era importante y no deseaba perderlo. Hyunjin y Seungmin se tenían al uno al otro y eso bastaba, ellos sabrían arreglárselas. En una relación de tres siempre existía el que sobraba. Los extrañaba, la risa de Seungmin y la calidez de los abrazos de Hyunjin.

Se dedicaría a extrañar hasta que lo olvidará por completo.

Cerró la puerta de su apartamento cuando escucho la misma acción en el del lado. Sus ojos se encontraron con los de su vecino. Misma estatura, nariz levemente pronunciaba, ojos pequeños y hombros anchos. Félix se percató el detalle de sus anchos brazos y pecho expandido. El vecino le dedicó una sonrisa que marcó un hoyuelo en su mejilla.

—Eres el nuevo —saludó, inclinándose leve. Félix correspondió en silencio— es cierto lo que dicen de ti —sus miradas se cruzaron en ese instante, la ajena era extremadamente sincera— eres muy guapo.

Las mejillas de Félix se tiñeron de un intenso color carmesí. Su comentario ahondó en el vacío de su corazón. Recordó la primera vez que Hyunjin se lo dijo y como vibró de alegría. Solo sonrió.

—Mi nombre es Lee Felix —se presentó— soy nuevo en este edificio así que quizás sea una molestia.

El vecino negó con su cabeza— Bang Chan. Y no, no lo serás, solo eres nuevo —aclaró— debo irme, reunámonos un día de estos a beber algo, yo invito.

Félix expandió su mirar ante su atrevida invitación. —Lo siento... Yo no bebo —contestó, bloqueando de esa manera cualquier posible insinuación.

Chan asintió. No se veía molesto por su negativa. Solo se despidió y se marchó primero. No se veía avergonzado o algo así, simplemente salió antes que él.

Hyunjin observo de reojo el cuarto de Félix antes de caminar hasta la sala de estar. Quedarse en casa sin la presencia de Félix no tenía sentido, así que decidió salir. Seugmin iba a encontrarse con alguien, así que estaba solo en el lugar.

El número de Félix lo enviaba directamente a un buzón de voz. 114 llamadas. 50 mensajes. Y nada de Félix. Repasó su mano por el puente de su nariz, acariciándose con molestia antes de estampar su móvil contra la pared. El aparato se hizo trizas.

Félix debía estar molesto por alguna razón, pero por más que lo pensaba y repasaba los días anteriores en su cabeza, no encontraba el motivo. Seugmin comentó que el desayuno de ese día estaba en la basura. No creía que un hecho tan simple molestara a su pecoso. Lo dejaría tranquilo si estaba enojado, ya se le pasaría y volvería. Félix no se iba tanto tiempo de casa. Regresará cuando necesite sentirse amado y eso solo ocurría en los brazos de Hyunjin y Seungmin.

❝ Tres ❞  -  「hyunminlix」Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ