la brujita

8

LA VIOLACIÓN
(En el bosque de Ox – 8ta parte)

Historia original de Hikari Tyrell

Vegeta calculó que seguir el rastro de Goku sería inútil, el joven lobo había logrado cubrir bien sus huellas, su mejor opción era acortar su camino a Vegitta para aclarar las cosas con su padre y talvez así evitar una desgracia. Su viaje duro un día, al llegar nadie en el reino se atrevió a ponerse en su camino, sabían que se trataba de su príncipe. Rey Vegeta lo esperaba, había sentido su presencia desde que piso sus tierras, la pregunta era ¿Por qué estaba ahí?

—¿Has decidido tomar enserio tus responsabilidades? —preguntó el rey cuando su hijo entro a la pequeña sala de estar, donde el monarca solía pasar largas horas sentado en un sillón, al calor del fuego de una chimenea, sosteniendo una copa de vino y contemplando los cuadros que adornaban las paredes de su sitio favorito.

Vegeta se acercó a tocar el cuadro más grande del muro, en cuyo lienzo estaba pintado el retrato de su madre, sintió que le invadía la tristeza y una gran nostalgia.

—Han pasado los años y aún no he podido olvidarla, la maldita muerte me la arrebató y contra ella no puedo hacer nada —se lamentó el monarca sin dejar su copa de vino.

—Tú la mataste —reprochó Vegeta con cierto resentimiento— Ella no tuvo la culpa de nada, pero tú te encargaste de castigarla y castigar a mi hermano.

Flash Back

Esmeralda colocaba a un recién nacido Vegeta en la cuna, cuando su esposo entró al cuarto.

—Mi plan funcionó Esmeralda, atrapamos a un grupo de esos pulgosos, entre ellos a la mujer del líder.

—Sabe lo que pienso de esa cruel cacería mi rey, no comprendo por que no podemos vivir en armonía con ellos, no son tan diferentes a nosotros.

—¿Cómo puedes compararnos con esos perros? Los lobos han sido nuestros enemigos durante siglos.

Molesto con su esposa regresó a la sala del trono, dejando por terminada la discusión. Bardock el líder licántropo había jurado acabar con el reinado de los vampiros, más, sin embargo, era Rey Vegeta quien parecía estar venciendo, once de los más importantes guerreros del líder lobo estaban en sus manos, entre ellos su esposa Gine, quien miraba con odio a su captor.

—Más te vale bajar la mirada ante mí, sucia plebeya.

Gine era tan digna como hermosa, no se humillo, provocando así que el rey vampiro le lanzara tremenda bofetada. Viendo como asesinaban uno a uno a sus compañeros y aceptando su propia muerte, la líder licántropa presagio el futuro de su verdugo.

—Usted puede creer que es intocable, pero el día de hoy lo pagará por el resto de su vida, a través de aquello que más ama.

Esas palabras parecieron más una maldición sobre el monarca, pues el mismo día que el rey diera muerte a la madre de lobos, Bardock atacó Vegitta con toda su furia, no logro vencer. Sin embargo…

Al día siguiente que se originara la feroz batalla, la reina ya incapaz de seguir escuchando los lamentos de su pueblo y los caídos de guerra, buscó refugio en el bosque que rodeaba su reino, caminaba pensativa cuando escuchó el quejido de un moribundo a orillas del rio, se acerco con cautela para ver de quien se trataba.

—Es un lobo —dijo retrocediendo— debo avisar a Rey.

Trató de volver a palacio, pero la voz del herido la detuvo.

—Por favor, ayúdame.

Ella volteo a mirarlo y con tristeza respondió.

—Tú eres enemigo de mi rey.