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EL NACIMIENTO DE UN LOBO
(En el bosque de Ox – 10ma parte)

Historia original de Hikari Tyrell

Milk pasaba por un dolor indescriptible, para su asombro y el de Bulma parecía haber entrado en labor de parto.

—¡Milk! ¡¿Qué hago?! ¡¿Qué hago?! —preguntaba desesperada la peli azul.

—¡¡Bulma ayúdame siento que me está destrozando por dentro!!

Vegeta sin conocimiento del estado de Milk organizaba grupos de búsqueda para encontrar a su hermano, aunque todo parecía indicar que era inútil.

—Maldita sea Kakarotto, regresa hermano, tu mujer está viva —musitaba para si mismo.

Mientras en Ox, Milk estaba perdiendo mucha sangre, Bulma conocía mucho de ciencia, pero de ser partera ni lo mínimo.

—¡¡Goku!! ¡¡Goku!! —gritaba la pobre muchacha, con la esperanza de que su amado viniera a ayudarla, estaba a punto de traer al mundo a un hijo suyo.

Goku no se encontraba ni cerca del lugar, pero alguien más que la buscaba sí.

—No se separen señores, extrañas criaturas habitan este bosque —aconsejó un respetado científico.

Se trataba del Dr. Brief, padre de Bulma, el cual jamás se resignó a su desaparición  ni a la de su amiga.

—¿Realmente cree en esas cosas? —preguntó la doctora que la acompañaba en esa expedición.

—Sin duda Dra. Launchy, en estos tiempos tan modernos se cree que se trata de puras leyendas y fantasías, pero yo un día probaré la existencia de estos seres extraordinarios.

—¿Y a pesar de eso cree que su hija sigue con vida?

—No lo sé mi estimada doctora, pero mientras no tenga pruebas de los contrario yo seguiré buscándola y también a la otra muchacha.

—Milk Ox ¿No es cierto?

—Esa pobre niña deseaba tanto ver a su padre, jamás llegó con él. Le he prometido al señor Ox encontrarla y no descansare hasta lograrlo.

El grupo de exploración compuesto por ambos científicos, dos policías y cuatro estudiantes se abrían paso por el espeso bosque, esperando encontrar alguna pista de las chicas. Solo madame Launchy tenía un propósito diferente, puesto que si su colega tenía razón significaría un gran descubrimiento y reconocimiento para ella, solo por estar ahí.

—¡Dra. Launchy! —gritó uno de los estudiantes.

—¿Qué sucede? —preguntó ella en respuesta al llamado.

—Mire —le pide el joven, colocando a vista de la mujer una cadena de oro con dije de Ox.

—¿Sera posible? —interroga ella, tomando la cadena en sus manos.

—No hay duda de que le pertenece a la amiga de mi hija —asegura el Dr. Brief.

—Pero esta limpio, casi libre de polvo, como si lo hubiese perdido recientemente —manifiesta la científica con verdadero asombro.

—Eso reaviva mis esperanzas —expresa el señor con verdadera alegría— Bulma hijita, papá esta cerca.

Cual, si esa expresión hubiese llegado al corazón de la hija, la muchacha presintió la presencia de intrusos en su propiedad. Se quedo pensativa, ignorando por un momento el dolor de Milk, si, no había duda, una de esas presencias era del otro hombre que más amaba en la vida, era de su padre.

A pesar de la emoción, la angustia por su amiga la hizo pensar rápido en lo beneficioso de la cercanía de su papá en estos momentos, así que salió como un rayo en pos de encontrarlo.

El grupo humano tenía toda su atención concentrada en el rastro de enormes huellas de lobo cerca de donde encontraron la cadena, ninguno se dio cuenta cuando su líder desapareció, tal como si se lo hubiese llevado el viento.

—¿Dr. Brief? —preguntó al aire su colega al darse cuenta de su ausencia.

Cuando el señor abrió los ojos al sentir que se encontraba ya en tierra firme y no volando por los aires, se encontró con el rostro angelical de quien él siempre había tratado como su pequeñita.

—¿Bulma? Bulma hijita —expresó el científico, emocionado de ver viva a su hija.

El abrazo que se dieron significó mucho para ambos, aunque Bulma se esforzaba por no sentir su olor atrayente como el festín de una elegante cena.

—Papá necesito tu ayuda —le dijo.

—Pero ¿Qué ha sucedido? Temía que estuvieras muerta.

En ese momento se escucho un grito de agonía de la futura madre.

—¡Por todos los cielos!

—Es Milk papá, esta apunto de tener un hijo.

No había tiempo de explicaciones, luego hablarían, el doctor fue inmediatamente en su socorro, pues al ser de un pueblo muy pequeño, muchas veces había asistido partos.

—¡Milk, pequeña, tienes que pujar!

—¡Me duele! ¡Ayúdeme señor Brief!

Brief previno que ese niño no nacería de forma natural, si la muchacha perdía más sangre moriría “sin duda”, pues para él seguía siendo una frágil humana.

—¡Bulma! ¡Rápido! ¡Saca de mi bolso una navaja y dámela!

Con la preocupación por Milk no se dio cuenta de la velocidad con que su hija había obedecido, rápidamente clavo la navaja en la blanca piel del vientre de la peli negra y con un corte certero y unas maniobras logro sacar al bebe que tanto pedía nacer.

El gesto de dolor de Milk por el corte se convirtió en sonrisa al ver que el doctor sostenía entre sus manos a un bebe hermoso muy parecido a su amado.

—Es un niño, pequeña. Tu hijo ha nacido —decía contento el doctor en tanto que entregaba el bebe a Bulma— Sostenlo hija, debo suturar a Milk.

Más su sorpresa fue enorme al regresar la vista al vientre de Milk y ver que la herida de ésta se cerraba y se regeneraba a una velocidad increíble.

Entonces miró por primera vez a su alrededor, se encontraba en un castillo estilo rustico, en medio del bosque que estaba explorando. Por otro lado, su llegada a aquel recinto se había dado de una forma demasiada extraña para ser normal.

—Bulma … ¿Qué son ustedes? —preguntó esperando fuera solo imaginación suya.

La respuesta de Bulma fue interrumpida por el grupo de exploración que buscando sin rumbo al padre de la peli azul habían dado con el castillo.

—¡Doctor Brief! ¡¿Esta ahí dentro?!

Se escuchó la voz de una mujer que vestía con bata blanca, igual que el señor Brief.

GRACIAS POR LEER HASTA AQUÍ 🖤

Espero les haya gustado el cápitulo aunque cortito hermosas, los examenes finales y un problema personal me tienen knockout, pero cumplí como todos los viernes, hasta el próximo 🖤😘

la brujita Where stories live. Discover now