One Shots | Aidan Gallagher『+16』

24 / Secretary

One Shot. - Aidan Gallagher.

Subía en el elevador hacia el piso ocho, en dónde se encontraba el Sr. Gallagher; mi jefe. Quien se encontraba a mi espera, pues me había parado tarde y salí de casa casi corriendo para poder llegar al trabajo.

El ascensor paró y se abrieron las puertas al llegar. Caminé hacia la oficina del señor y le di pequeños golpes a esta. En seguida se abrió la puerta, dejándome ver el rostro perfecto de Aidan, quien me miró de arriba a bajo sin discreción alguna mientras tenía cierta molestia en su mirada.

- Pasa. - Dijo con su voz ronca. Sin decir nada pasé. Observé como le dio vuelta a su escritorio y se sentó en su silla frente a mí. - Siéntate. - Me dijo y así lo hice. Me senté en la silla delante de él, tratando de no verlo a los ojos, pues me sentía intimidada de alguna manera. - Ya son cinco veces que llegas así de tarde, ___. - Murmuró con su firme voz, cosa que me hizo sentir pequeña ante él.

- Yo, si, lo sien... -

- Guarda silencio. - Me calló en seseguida. - Son tantos retardos que incluso podría despedirte. - Murmuró y me alerte. No quería que me despidiera. - Pero no lo voy a hacer. - Volvió a hablar y se levantó de su asiento para luego acercarse a la silla en donde yo me encontraba sentada. Se paró frente a mí, dejando su miembro justo delante de mis ojos.

Trague saliva nerviosa y desvíe la mirada, pero Aidan me agarró del mentón e hizo que lo viera a la cara desde a bajo. Se agachó un poco y sin pronunciar algo unió nuestros labios en un fuerte y necesitado beso. Sus labios se movían sobre los míos con rudeza, haciéndome desear más que ese beso. Al separarnos me mordió ligeramente el labio inferior, cosa que me hizo jadear sobre su boca.

Se reincorporó de nuevo y rápidamente se sacó el cinto de los pantalones de vestir para tomar mis manos y amarrarlas detrás de mi espalda. Se bajó el cierre, luego el pantalón y hasta el final el boxer, dejando su pene erecto cerca de mis labios.

- Chupame la polla. - Ordenó viéndome fijamente a los ojos. Sin objetar me acerqué a su miembro. Pasé la punta de mi lengua sobre este con delicadeza, sintiendo como se tensaba al instante. Así que sin demorar tanto comencé a pasar mi lengua de abajo a arriba, haciendo que soltara uno que otro gruñido por lo bajo. Cuando de repente agarró mi cabello en una coleta mal hecha y hizo que diera arcadas. Entraba y salía su miembro de mi boca sin parar mientras escuchaba como soltaba maldiciones, cosa que me hizo estremecer y sentir húmeda mi intimidad. - Oh... Carajo. - Gruño Aidan mientras tiraba de su cabeza y soltaba todos sus líquidos preseminales sobre mi boca, los cuales me pasé con gusto.

Me levantó de la silla y pegó mi cabeza al escritorio, dejando mi trasero expuesto ante él. Me levantó la falda y bajó las bragas fácilmente.

- Ah... - Gemí al sentir el impacto de su gran mano sobre mi trasero. Me sujeto firmemente de la cintura y con una mano alineó la punta de su pene sobre mi entrada. - Por favor hazlo ya. - Pedí con poca voz.

La excitación que tenía en aquel momento de calentura no podía ser comparado con nada. Todo era perfecto. Él y yo en su oficina, con los cuerpos sudados, llenos de deseo el uno por el otro, y a segundos de follar como nunca.

- Desde ahora no te quiero cerca de Alex. - Dijo y de una sola estocada entró en mi interior, ocasionando que soltara un grito que resonó por toda la oficina.

Sus embestidas eran lentas, pero duras, cosa que me era inevitable no sentir placer. Aidan acarició mi cabello y sin decir nada jaló de el, provocando que alzará la cabeza y comenzara a entrar y salir más rápido.

El escritorio se movía ligeramente conforme Aidan se movía y enterraba su miembro sobre mi feminidad. Sus movimientos eran tan fascinantes, que incluso me hacían sentir en el maldito cielo, pues tenerlo dentro de mí era un jodido privilegio.

Minutos después por fin llegamos al orgasmo. Me acomode la ropa rápidamente y me gire a ver a Aidan, el cual se acomodaba la corbata. Me acerqué a él con una pequeña sonrisa en el rostro y lo ayude. Al terminar lo mire a los ojos, pero este tenía una mirada sería. Restándole importancia quise besarlo, pero él desvió la mirada. Frunci él entrecejo y di dos pasos hacia atrás.

Sin decir ni una palabra me  dirigí a la puerta para irme. Me sentía usada, y era la peor sensación que había tenido. Pero entonces una mano agarró mi brazo y me detuvo.

- ¿Pasa alg.. - No pude terminar de hablar porque los labios de Aidan ya estaban sobre los míos. Sorprendida le seguí él beso.

- Ve a trabajar. - Murmuró y pasó un mechón de cabello detrás de mi oreja para luego dirigirse a su asiento y sentarse.

Sin pronunciar nada con una gran sonrisa salí de ahí...

Pedido anónimo.