15- Acoso

8.3K 255 9
                                    

CANDELA

Me levanto a la mañana siguiente en mi cama. A mi lado está Pablo durmiendo como un niño pequeño mientras me da la espalda.

Sonrío como una imbécil cuando él se gira, dejándome ver su cara y su torso en forma.

-¿Tan guapo soy? -Me dice, aún con los ojos cerrados mientras sonríe.

-Eres tonto. -Me tapo la cara con la almohada y él suelta una carcajada.

-Ven aquí niña. -No pongo ningún tipo de pega en ello.

Nos ponemos de lado y me pego a su cuerpo mientras él me abraza por la cintura, entrelazo nuestras manos y Pablo deja suaves besos en mi espalda.

-¿No tienes entreno chaval?

-Es por la tarde. Tenemos tiempo de dormir.

Alargo mi brazo hacia la mesita de noche donde está mi móvil. Son las ocho y media, demasiado pronto aún.

Cierro mis ojos, Pablo sigue dejando besitos en mi espalda consiguiendo que me vuelva a dormir.

PABLO

Me coloco encima de Candela y dejo besos por toda su cara para despertarla.

-Que tengo sueño Pablo. -Ella se queja mientras se frota los ojos.

-Dame un beso anda. -Le sonrío.

Agarra con sus manos mi cuello y me acerca a ella. Sus labios entran en contacto con los míos, es un beso suave, pero a la vez necesitado. Apoyo mis manos a los lados de su cabeza y ella toca todo mi torso, el cual no lleva camiseta.

-Venga vamos a vestirnos. -Me dice ella mientras se separa de mí.

-Joder. -Murmuro mientras me quito de encima suya.

Ella empieza a rebuscar en su armario. Yo la miro atentamente, esta chica me tiene enamorado. Sí, enamorado. Nunca había experimentado este sentimiento, pero con ella me siento así. Con ella me siento bien, es la única chica que no me a querido por mi fama. Ella es diferente, no se fija en mi dinero, y se preocupa si me pasa algo. Candela es diferente a las demás, es la mejor niña que he conocido y que la quiero un montón.

-Te has quedado embobado mi niño. -Me dice ella acercándose a mí.

-Perdón.

-¿Estás bien? -Ella se coloca entre mis piernas en cuanto yo le dejo paso.

-Sí, sí, no es nada.

-Vale. -Ella asiente y me dedica una sonrisa triste.

-Oye, que no es nada contigo, ¿vale? -Ella asiente. -Solo estaba pensando en el partido de ayer, siento que lo podría haber hecho mejor. -Le miento.

-Pero si lo hiciste genial. -Ella me dedica una sonrisa muy bonita, deja la ropa que llevaba en la mano en la cama y me vuelve a mirar. -No quiero que te vayas a rayar ni a estar mal por eso eh. -Candela coge mi barbilla con su mano derecha y su otra mano se apoya en mi cuello.

Deja un delicado beso en mis labios y me sonríe dulcemente. De verdad, esta niña es increíble. Ella me abraza y se sienta en mis piernas.

Un simple mundial • PABLO GAVIRAWhere stories live. Discover now