19- Partidazo

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Pablo

-Despierta mi niña. -Deposito besos por toda su cara menos en sus labios consiguiendo que sonría.

-Un poquito más por fa. -Ella pasa sus manos hacia mi nuca y me atrae hacia su pecho.

Me acuesto en sus tetas usándolas como almohada haciendo que Candela se ría. Dejo besos por todo su cuello para intentar que se despierte. Lo que ahora soy yo el que se quiere quedar aquí, su olor me vuelve loco y estoy tan cómodo que no me quiero mover de aquí.

Mi móvil suena pero yo no le hago caso, estoy demasiado bien aquí.

-Te han escrito.

-Ya, ya. Pero me da pereza levantarme a por el móvil.

-Venga, no seas tonto. Nos tenemos que levantar igualmente, ya son las 18:00

Resoplo y me levanto de encima suya y voy a por el móvil. Me a escrito Pedri.

-A dicho que vayamos a su habitación a jugar al FIFA, ¿quieres venir? -Le digo

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-A dicho que vayamos a su habitación a jugar al FIFA, ¿quieres venir? -Le digo.

-Me da un poco de pereza.

-Venga, porfa. -Le pongo cara de pena y ella parece aceptar en cuanto rueda los ojos.

-Eres un pesado.

-Tú lo eres más. -Le digo con chulería y ella vuelve a poner los ojos en blanco.

Me pongo el pantalón azul largo de la selección y una camiseta blanca básica de manga corta. Candela sale del baño con unos pantalones de chándal grises largos y un top azul marino de tirantes. Ese top le hace un escotazo, y la verdad, me muero al verla así. Se a embadurnado de esa colonia que me vuelve loco, por cada sitio que pasa huele a esa puta colonia que me encanta, la que me hace perder todos los sentidos cada vez que la tiene puesta.

-Vas muy guapa eh. -Le digo acercándome a ella.

-Tú... -Dice pensativa mientras tuerce el morro. Apoya su mano en mi pecho y me aparta suavemente. -Tú no tanto. Vas un poco feo. -Pone una mueca de asco y yo sonrío.

-Si sabes que te encanto.

-Más te gustaría. Que a parte de feo, mentiroso. -Le miro frunciendo el ceño y ahora la que sonríe es ella.

-Otras no piensan lo mismo. -Le digo para picarla. Cosa que consigo cuando me mira fijamente.

-Que pena que yo no soy otras. -Ella se da la vuelta y coge su tarjeta y su móvil yéndose de la habitación.

Le a molestado que le dijera eso, pero yo solo la quería picar, así que no le doy mucha importancia y entro al baño. Me peino un poco con los dedos y salgo de la habitación y me voy hacia la de Pedri.

Pico a la puerta y es Candela la que me abre.

-Anda, si está aquí la enfadona. -Ella hace un intento de enfadarse pero no le sale, se gira y sonríe al instante, pensando que no lo he notado.

Un simple mundial • PABLO GAVIRAOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz