31- Una llamada inesperada

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Candela

-¿Y si le digo a Pablo lo del bebé después del partido de mañana? -Le digo a Sira, la cual se está preparando a mi lado.

Vamos a ir a casa de unos amigos suyos a hacer una fiesta, así que nos estamos acabando de preparar. También vendrá Sofía, así no estoy sola, porque Ángela no a podido venir hoy.

-Yo creo que sería lo mejor. El también tiene que saberlo, y cuanto antes se lo digas mejor.

-Ya lo sé, pero no estoy preparada para hablar con él. -Me encojo de hombros y ella me mira frunciendo el ceño.

-Candela, se lo vas a tener que contar. -Suspiro.

[...]

Al fondo de la casa, veo a dos niñas que nos miran, las cuales gritan algo, que no consigo descifrar bien del todo, parece que nos a dicho subnormal, pero igual me estoy confundiendo, si yo a esas no las conozco de nada.

-¿Qué a dicho? -Le pregunto a Sofía.

No recibo respuesta, solamente se pone delante mía y para a la chica que viene directa a mí.

-¿Te quitas puta? -La chica empuja a Sofía, quedándose frente a mí. -¿Qué tienes con mi novio?

-Pero si no te conozco de nada, y a tu novio menos.

-Mentirosa. -Dice su otra amiga.

No sé que contestarle, pero Sofía se da cuenta de inmediato y actúa en seguida.

-Ella ya tiene novio.

-Sí, el futbolista ese que solo se la tira para estar convocado en la selección, y que se folla a otras cuando ella no está, ¿ese dices? -Le habla a Sofía.

-Que te calles niñata, si no sabes de mi vida ni hables. -Le encaro, haciendo que se eche hacia atrás.

-¿Te estás tirando a mi novio? -Me empuja, Sofía salta en seguida, y intenta lanzarse sobre la tía, cosa que su amiga lo impide agarrándola de la cintura.

Ella sigue empujándome, y llega un punto que me desestabilizo, mi espalda choca en la pared, cosa que agradezco, que si no, me hubiera tirado al suelo.

-No voy a seguir tu juego, pesada. -Le encaro, pero en cuanto me pega un puñetazo en el labio, me hecho hacia atrás, y mi amiga vuelve a intentar lanzarse, pero la amiga de ella le está hablando para distraerla.

Ella me acorrala, y me agarra de una manera en la que no me puedo mover. Me la intento quitar de encima, pero me resulta imposible, así que recurro a los gritos.

-¡SIRA! -Está en la otra punta, hablando con su grupo de amigos, pero la música está demasiado alta y no me oye.

En cuanto la muchacha escucha que grito, se abalanza sobre mí, haciendo que Sofía y la que hablaba con ella intenten separamos, pero se les hace imposible.

Mi cuerpo tiembla, estoy cagada. Recibo un rodillazo de su parte, justo en mi barriga. El dolor se apodera de mí, y lágrimas se deslizan por mis mejillas. Ella sigue así, dándome patadas en mi zona abdominal.

No sé cuántos golpes llevo ya. Sofía se va en busca de ayuda, mientras la otra intenta separarnos. Noto que mi labio sangra, al ver que una gota de sangre mancha mi vestido.

La ayuda no llega, no veo a Sofía, solo veo que la gente mira. Mi ojo derecho duele, duele y mucho. Me llevo un golpe en la nariz de su parte, haciendo que llore más. Un mareo se apodera de mi, caigo al suelo, la vista se me nubla en cuanto veo que a saltado sobre mí a darme puñetazos en mi tripa.

Un simple mundial • PABLO GAVIRAWo Geschichten leben. Entdecke jetzt