32- admv

3.4K 188 36
                                    

Candela

Nos acabamos de levantar, hoy por la tarde tengo el juicio con Joaquín, por eso estoy en Barcelona. Creo que Pablo no se acuerda y no sabe porque he venido

-Vamos Pablo, que tienes entreno tío. -Suspira y se retuerce entre las sábanas.

Mientras se levanta yo voy a mi maleta a por la ropa, me pongo unos pantalones color beige de chándal y un top negro arriba. Entro al baño y me peino, solo me hice una trenza algo despeinada, y de maquillaje únicamente colorete y rimmel.

-Pablo ya. -Le estiró del brazo, pero ni puto caso.

Al final es él el que se sienta en la cama, estira de mis brazos haciendo que me tumbe arriba suya.

-¿A qué hora es el juicio?

¿Hola?

-¿Cómo lo sabes? Pensaba que no te ibas a acordar

-Candela, me acuerdo de lo que quiero y de lo que me importa. Contéstame. -Ordena decidido.

-A las seis.

-Perfecto. -Sonríe y se levanta de la cama.

Después de un rato que es cuando Pablo sale del baño, bajamos a desayunar, y luego nos dirigimos hacia la Ciutat Esportiva.

Los chicos se ponen a entrenar tranquilamente, aún que llega una visita algo inesperada.

-¡Candela! -En cuanto me giro veo a Natalia, la novia de Raphinha.

Me pasé prácticamente todo el entrenamiento hablando con ella, aun que debo admitir que alguna mirada hacia el Sevillano se me a escapado.

Al acabar, todos los jugadores entran a los vestuarios, yo espero a Pablo fuera, ya que me voy con él de vuelta a la masía.

-Ya he visto que no dejabas de mirarme eh. -Levanto la vista de mi móvil, la sangre sube por mis mejillas haciendo que el se ría.

-No te estaba mirando a ti, creído. -Pongo los ojos en blanco, intentando disimular la vergüenza.

-¿Seguro? -Pregunta mientras alza las cejas.

-No me mires de esa manera.

-Pues ni tú pongas los ojos en blanco de esa manera.

Esto me a recordado un montón a nuestros inicios, y no puedo evitar sonreír al pensarlo.

-Tengo unas ganas de besarte impresionantes. -Dice susurrando mientras se tapa la boca con una mano, mientras tanto mira hacia los lados.

-Pues no sé a qué esperas. -Me encojo de hombros.

Pablo se acerca a mí, posando sus manos en mi cintura y poco a poco bajando hacia mi culo. Salen del vestuario Pedri, Ferran, Ansu y Balde.

-Pero bueno. -Ferran pasa por en medio de nosotros.

Pablo resopla, frunce el ceño y una mirada no muy buena se lleva Ferran de su parte.

-Relajadito eh. -Le dice el valenciano para picarle.

-Rilijiditi ih. -El sevillano le imita susurrando, aún que todos lo hemos oído.

-Va enanos, ¿qué vais a hacer ahora? -Pregunta Pedri.

-Ir a la masía. -Contesta Pablo de mala gana haciendo que todos los presentes se rían.

-Perdone usted. -Dice Pedri.

Después de un rato hablando con ellos, salimos del campo y nos vamos a la masía. Nos tumbamos los dos en la cama viendo el móvil, a esperar a que sea la hora de comer.

Un simple mundial • PABLO GAVIRAWhere stories live. Discover now