Un simple mundial • PABLO GAVIRA

21- Muchas emociones juntas

Candela (un día antes de la eliminatoria de España)

Nada más levantarme, cojo el móvil ya que tengo varias notificaciones en la pantalla de inicio.

Empiezo a contestar. Sinceramente, los que me apetecen, porque la mayoría son familiares enviándome la noticia del otro día. Ahora a llegado a mucha más gente, prácticamente toda España a estado al tanto de nosotros, casi ni podemos salir de la residencia juntos, hay periodistas por todo.

Pican a la puerta y me levanto para abrir. Me encuentro a Pablo con cara de sobao' que hace que me ría.

-No te rías de mí gilipollas. -Él me pega una colleja y me empuja hacia la habitación.

-¿Se puede saber para que vienes?

-Para ver a la niña que está más buena de todo Qatar. -Se tumba en la cama, tan tranquilo él.

-No seas bobo, Gavi.

-Que no me llames Gavi, tonta. -Pablo se sienta en la cama y apoya sus manos detrás de mis rodillas. -¿Puedes hacerme un masaje?

-Sí, tres masajes. -Digo con ironía.

-No me vaciles niña y no vayas de chula conmigo porque...

-Habló el chulo. -Se me escapa una risa, y el parece picarse más.

-Párate ya. -Me mira con cara de asco.

-¿Me paro?

Pablo suelta un bufido y se lleva las manos a la cara mientras se tira en la cama. Sonrío victoriosa y ahora me tumbo yo a su lado, pero estando separados.

-¿No piensas acercarte a mí? -Niego con la cabeza. -¿Ni a abrazarme? -Repito la acción. -¿Ni a darme un beso? -De nuevo. -¿Ni a mirarme? -Me rio a más no poder, se está haciendo el ofendido, y eso me puede.

Pablo se cruza de brazos y pone ojitos. Yo me rio de él, y sé que él se está aguantando la risa.

-Que te calles y vengas. -Me coge de la cintura y me alza, poniéndome encima suya.

-Tío Pablo.

-¿Ahora qué? -Me mira con las cejas alzadas y habla con un tono desafiante.

Suena el tono de llamada de mi móvil. Pero Pablo no me deja moverme.

-Me están llamando, déjame cogerlo. -Intento apartarme de él, pero se resiste.

-¿Quién es? -Dice él y deja que me mueva un poco, tan solo para mirarlo.

-Ferran.

-Puede esperar. -Yo me río y él sonríe, se gira quedando él arriba.

Pablo me coge del cuello, y por fin me besa. Pero como siempre, algo tiene que pasar. Tocan a la puerta de mi habitación, y al parecer no paran.

-Ya se cansaran, y si no que tengan paciencia.

-Pablo venga. -Me río, pero a él no le hace gracia.

Se levanta a abrir, y como no, nuestros amigos están fuera esperándonos.

-Hermano, ¿podéis coger alguno de los dos el puto teléfono? Llevo media hora llamándoos. -Habla Ferran.

-Siempre llegáis en los peores momentos.

-Venga macho, vamos ya, nos están esperando. -Dice Ansu.

-Pues aún no estamos vestidos, id desayunando ya.

Pablo vuelve a entrar cuando yo estoy cogiendo la ropa del armario.

-Vaya culo te hace este pijama colega. -Me da una palmada en el culo y yo me quejo.