13. Amar tiene un precio

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No esperaba que fuera tan acertado a como me lo imaginé incontables veces; sus labios delgados tenían la misma textura suave a como lucían y me brindaban dulzura con la humedad de su lengua, intentando seguirme el ritmo. En la imposible búsqueda de no separarnos, tratábamos de respirar pausadamente por la nariz, ninguno quería terminar aquel beso de ensueño.

Giulio se movía con torpeza, connotaba confianza y al mismo tiempo temía equivocarse. Sonreí entre besos cuando sentí una ligera mordida accidental en mi labio inferior, mis dedos por instinto jalaban cuidadosamente de sus cabellos ondulados procurando no lastimarlo. Él también, ahora más confiado, hundía sus dedos en mi cintura como si temiera soltarme.

Los hormigueos en el estómago volvían cuando imaginé que quizá se trataba de su primer beso. Ojalá pudiera decir que también era el mío, porque era tan espontáneo que era perfecto.

«Si tan solo Pietro no me lo hubiera robado..»

Un crujido repentino detrás de nosotros nos separó de un sobresalto, nuestros corazones latían con adrenalina y agitación. Grande fue nuestra sorpresa cuando vimos a Isabel con la boca entreabierta en una perfecta 'O' de total asombro.

—Lo lamento chicos, no quería interrumpir— habló Isabel con un cuenco de aperitivos en manos— no llegaron con la comida, pero ahora entiendo que ustedes estaban más hambrientos— sonrió pícara.

La voz no salía de mi garganta, ni siquiera un sonido parecido a una risa de incomodidad. Tragué saliva y me limpié los labios con el dorso de la mano viendo cómo Giulio tampoco tenía nada sólido para decir. Caí en cuenta de que mantuve mis sentimientos en secreto con Isabel y con todos, pero ahora me había atrapado con las manos en la masa. ¿Qué se suponía que pensaría de mí? Si se lo tomaba a mal, le diría que estaba en todo su derecho.

Nunca fui lo suficientemente segura como para contar mis cosas más personales sin incomodarme en el intento. Sabía que debía hacerlo porque eso implicaba la amistad, pero apenas era capaz de superar algo tan frágil como lo fue mi vida en Roma, y sería el doble de difícil explicar el porqué de mi accionar tan cuestionable siendo que debido a las circunstancias, ni siquiera era parte de mi "yo" real. Quizás nunca iba a conocerme realmente. «La ambigüedad de mi personalidad por la ausencia de los que se suponían debían de estar ahí para mí».

Desde que tengo memoria, me vi en la obligación de guardarme todos mis sentimientos para mí misma, mis pensamientos, mis opiniones y vivencias. De algún modo, ahora que ya no tenía que hacerlo, le agarré la costumbre y no podía simplemente dejarla ir. Se mantuvo arraigada en mi ser, como si no pudiera arrancar mi pasado y tuviera que recordarlo cada día. Quería cambiar, quería ser totalmente transparente y franca como cualquier amiga verdadera. Aún seguía en esa lucha interna.

Giulio, el cual ciertamente no parecía tan estupefacto como yo, se acercó hasta la encimera y tomó las últimas bandejas sin más.

Giulio

Ciertamente estaba aliviado de que se tratara de Isabel quien nos vió y no alguien más, pues ahí sí las cosas se complicarían tanto que no estaba seguro de poder excusarme válidamente. Mis manos temblaban sutilmente al agarrar la bandeja, le mostré mi sonrisa menos bochornosa procurando no exponerme tanto. Conocía las mañas de mi amiga y usaría este hallazgo en mi contra por al menos el resto del año escolar.

—¿Puedes no decir nada sobre esto?— supliqué en un tono bajo, raspando mi poca dignidad.

—Ya son demasiados secretos, Pac— se abstuvo a reír— les prometo que no diré nada. Si me disculpan, tengo que llevar esto cuanto antes.

—Gracias— emitimos al unísono Chiara y yo.

Chiara fue la primera en corretear detrás de Isabel para llevar la mayor cantidad de botanas posible, yo las seguí a pasos indecisos no muy contento con la reacción tan natural de Isabel. Vamos, el poder estaba en sus manos, bajo ningún término se abstendría de tener nuestro secreto de rehén durante el resto de la pijamada y no aprovecharse de ello.

Madly in Love | Giulio Paccagnini (DI4RI)Where stories live. Discover now