Bonita seducción (#3 Mc W.K)

CAPITULO 6

Betiri

Una hora mas tarde...

Hace una hora se fue Victoria, espero que vuelva pronto porque tengo salir de nuevo para ir a la casa club ya que Ezosi me ha llamado, observo mi teléfono, decido llamar a Anaut para preguntarle por su hermana, cuando marco alguien toca el timbre.

Debe ser ella.

Me encamino hasta la entrada principal y verifico que sea ella y asi es. Me quedo aliviado por ello y enseguida abro, con una sonrisa forzada en el rostro entra a la casa, noto que su nariz está roja y que tiene un poco de lagrima en sus mejillas ¿estaba llorando? Sacudo mi cabeza.

No debes importarte eso, Betiri. Ella no es nada tuyo.

— Pasa — es lo único que digo, le doy paso y observa que tiene un pequeño bolso.

— ¿Dónde dormiré? — pregunta con interes.

Buena pregunta.

Me quedo pensando hasta que se me ocurre una idea, estará en el fondo, donde las visitas suelen quedarse cuando vienen.

Hace un año construí una pequeña casa en el fondo ya que tenía mucho patio, es acogedora así que creo que le gustará mucho. Abro la casa y observo que Victoria mira a su alrededor.

— Esto es impresionante — es lo único que dice con un tono entusiasmado y con una sonrisa en el rostro.

— Lo es — murmuro para mí mismo.

¿Qué te pasa, Betiri? Ella no es para ti ni lo será.

Empiezo a indicarle todo lo que hay en la casa; la habitación, la cocina, el baño y la sala. Todo está conectado así que no creo que tenga problema alguno en encontrar algo.

— Te dejare que te instale — digo después de que le haya mostrado toda la pequeña casa. Salgo y me encamino de nuevo para ver a mis hijos, entro a la casa principal, miro que mis hijos están levantados y sonrío, me aproximo a ellos y beso sus frentes.

— ¿Qué hacen levantados? — cuestiono.

— Escuchamos la voz de Victoria y quisimos verla — dice Enzo y Ezequiel asiente con la cabeza.

— Esta en la parte de atrás de la casa. Se quedará a cuidarlos por un tiempo mientras que voy al trabajo — explico y chillan de alegría.

— Ella vino a vernos ¿No es así? — habla con curiosidad mi hijo menor y afirmo.

— Así es, ella les dio medicamentos para que se curen cuando venga ella me iré a traer. Deben ir a la cama de nuevo, tiene que reposar — expreso con un tono suave, ellos asienten con la cabeza y se van de vuelta a sus habitaciones. Presto atención al oír que Victoria abre la puerta.

— Iré a comprar los medicamentos que me recetaste — aviso.

— Yo tengo los medicamentos, vengo enseguida — dice con rapidez, sale de nuevo.

Me impresiona esta mujer.

— Papá, ven rápido — grita con desesperación Enzo. Me voy corriendo hasta su dormitorio, me quedo en shock al ver que Ezequiel está en el piso desmayado.

— ¿Qué le pasó? — pregunto.

— No lo sé, estábamos jugando y se desmayó al instante — habla con un tono entrecortado. Escucho unos pasos que vienen hacia acá, miro que alguien toca la frente.

— Tiene fiebre. Déjalo en la cama, prepara un paño de agua fría, traeré el termómetro — es lo único que dice, sale corriendo, hago todo lo que me dice y al instante ella vuelve con el termómetro, ella pone el termómetro en la axila de Ezequiel.

— Prepara un baño con agua fría por favor — dice y asiento con la cabeza.

Minutos más tarde...

Victoria saca el termómetro y hace una mueca que no me gusta para nada.

— ¿Qué pasó? — pregunto.

— Tiene mucha fiebre. Tenemos que bañarlo alguien se tiene que quedar con él, por si la fiebre sigue todavía — explica, bañamos a Ezequiel cuando hacemos todo, ella saca un medicamento y le da para que tome con un vaso de agua.

— Me quedaré con él. Cualquier cosa te aviso — dice y asiento con la cabeza.

Creo que tener aquí a Victoria será algo bueno o eso espero.