vi. the doctor's mistake

147 27 34
                                    

✶ 🌃 ⋆。˚ ⁞ CAPÍTULO SEIS ˚.*ೃ
el error del doctor
━━━━━━━━━━━━━━━

AQUELLA NAVE QUE SIGNIFICABA esperanza en algunos puntos del universo aterrizó sin problema sobre en el gran jardín de la mansión Bowie, lugar que alojó a Llewellyn hasta el día de su muerte y, que por testamento y derecho, ahora le pertenecía a C...

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.

AQUELLA NAVE QUE SIGNIFICABA esperanza en algunos puntos del universo aterrizó sin problema sobre en el gran jardín de la mansión Bowie, lugar que alojó a Llewellyn hasta el día de su muerte y, que por testamento y derecho, ahora le pertenecía a Christine. Dicho lugar era mantenido por Jebediah Macfadyen, fiel mayordomo de Llewellyn que vivía en los alrededores y que tenía un sueldo vitalicio, administrado por los contadores del fallecido aventurero. Kiki no era buena con las finanzas y, aunque desde de los 18 en adelante heredó toda la fortuna de su abuelo al igual que sus negocios, había decidido que el directorio de las empresas Bowie se encargara de todo. Ella no era la más capacitada para llevar las riendas del millonario negocio y tampoco le interesaba, pero aún se paseaba por el edificio administrativo de vez en cuando y recibía informes mensuales.

Si Christine así lo quisiera, podría dejar de trabajar y aún así vivir mejor que la gran mayoría de la población inglesa, pero... Ella sabía que eso no le habría gustado a su abuelo, así que cuando no estaba tratando de ser famosa con su banda o cuestionándose el porqué había dejado la universidad, trabajaba como recepcionista del Gran Hotel Bowie, ubicado en Londres.

Adoraba interactuar con los clientes y se sentía segura bajo el hotel que había fundado Llewelyn a principios de los 90. Le daba un poco de pena saber que estaría lejos de él por unas cuantas semanas, pero sabía que era por su bien. No le interesaba en lo más mínimo tener contacto con su familia en estos momentos y mucho menos con su ex prometido. Mientras más lejos de ellos estuviera, mejor para ella.

—Bueno, Glasgow, 2008, exactamente 11 horas después de nuestro encuentro con los ecphaticos —anunció el doctor, apretando y moviendo cosas por la consola, sin mirar en ningún momento a Christine.

—Ah... —Christine frunció los labios mientras se abrazaba a su misma un poco incomoda, sin saber cómo despedirse—. Yo... Eh... ¿No hay problema si me quedo con la ropa? No tengo intenciones de volver a ponerme el vestido de novia.

—Claro.

La frialdad de las palabras del doctor eran como un puñete en el estómago y, aunque entendía que él no era su amigo, le dolía un poco saber que había significado tan poco para él tenerla en dos de sus aventuras. Hasta hace nada le decía que era brillante y ahora ni siquiera podía sostenerle la mirada.

¿Por qué?

—Entonces... Supongo que es un adiós —dijo ella con lentitud, mirando la TARDIS con detención para recordar cada singular detalle de ella.

Por alguna razón, sintió un cosquilleo melancólico en el fondo de su cabeza y estaba segura de que no se trataba de ella misma. Cuando las luces comenzaron a parpadear y la nave comenzó a hacer sonidos, sospechó que era la TARDIS quien se sentía triste. ¿La nave la iba a extrañar? ¿la TARDIS se había encariñado con ella en tan poco tiempo? ¿La TARDIS tenía una manera de comunicarse? Kiki tocó suavemente la consola con las yemas de sus dedos, logrando que la nave hiciera titilar sus luces una vez más.

anti-hero ♡ doctor who ❜Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon