𖤐 ₊˚. ❱❱❱ ANTI-HERO
a doctor who story !
˚ ༘ 🌌 él, el doctor es aterrador, es como ver dos soles colisionar, como tocar las estrellas con la punta de los dedos y quedar atrapada en una supernova sin poder escapar, y aún así, es el ho...
✶ 🌃 ⋆｡˚ ⁞ CAPÍTULO SIETE ˚.*ೃ el hombre de la corbata de moño ━━━━━━━━━━━━━━
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SI CHRISTINE PUDIERA resumir el estado actual de su vida en una sola palabra, esa sería "caótica". Una semana había pasado desde que dejó la TARDIS y su vida se había convertido en una monótona bola de problemas, problemas y más problemas. Su día a día se resumía en tener que escuchar reprendidas por parte de su padre y mejor amiga, asumir que su madre la iba a seguir ignorando por los próximos tres años, tener que dar ruedas de prensa para explicar el porqué había decidido huir de su boda y que en ningún momento había sido secuestrada por una mafia (a ver, si había sido secuestrada, pero nadie le creería si decía que era por aliens sin empatía). Tuvo que asistir a largas reuniones con abogados y contadores, quienes de manera muy pasiva agresiva le dijeron que había puesto en riesgo el patrimonio Bowie con su "escapadita romántica" y que tenía que agradecer que los inversores se habían quedado bastante tranquilos al saber que ella había delegado sus responsabilidades a gente más capacitada y, aunque seguía siendo completa dueña de las empresas Bowie, no era quien tomaba las decisiones.
Tenía que esconderse de los periodistas, dar declaraciones cortas y precisas para no ser sacada de contexto, esconderse en las cuatro paredes de su habitación en el Hotel Bowie porque, al parecer Jeremy la estaba buscando y, por si fuera poco, tener que ver su cara en los periódicos con titulares que no se iba a molestar en recordar.
Christine jamás se había considerado una celebridad, pero al parecer Jeremy y su familia habían hecho tanto escándalo después de la boda fallida y su posterior desaparición, que ahora era considerada una Paris Hilton británica.
¡Ni siquiera podía estar tranquila en su propio hotel! Tenía que soportar a los paparazzis que sin ningún escrúpulo tomaban fotografías, esperando que en cualquier momento apareciera John Smith, el hombre que le había robado el corazón y la había llevado a recorrer el mundo como señal de amor.
Lo único bueno de toda la situación era que habían comprando su historia con demasiada facilidad porque, bueno, ¿Quién no adora una buena historia romántica? ¿Quién no adora los dramas ajenos?
—¿Señorita Weasley? —Christine dejó de leer el periódico del día y lo dejó sobre la mesa, levantando la vista para ver a Lawrence, uno de los trabajadores del hotel—. ¿Desea una taza de té?
Ella negó, suspirando cansada. La mujer se encontraba en el restaurante del hotel Bowie, sentada, al igual que siempre, en la mesa 11. Por alguna razón, consideraba dicho número como su número de la suerte y, aunque no se consideraba del todo supersticiosa, se sentía extraña cuando escogía otro lugar para sentarse.
Lawrence la miró con los labios fruncidos antes de asentir con amabilidad, dar la media vuelta y marchaste, dejando una vez más a Christine sola con su periódico y el vaso de jugo de naranja que había estado bebiendo.
