〔 Capítulo 4 〕

2K 291 133
                                    

Al cruzar el portal, lo primero que vieron todos eran los restos de este mismo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Al cruzar el portal, lo primero que vieron todos eran los restos de este mismo. Se notaba que había sido abandonado hacía mucho tiempo, pues había basura regada sin mucho cuidado en esa zona.
Todo parecía... Bueno, le habría gustado poder decir que todo se veía normal, pero la realidad era otra.

El Pueblo Naranja no parecía un pueblo en lo absoluto, ahora tenía toda la pinta de ser una ciudad algo avanzada. Los caminos pavimentados, señales de negocios con luces neones en cada esquina, la poca presencia de fauna en todo el panorama les dejaba bastante claro que hacía mucho tiempo habían dejado de ser un pueblo.

Avanzaron con cuidado, sabiendo que llamar la atención de alguna persona sería lo peor que podían hacer, y es que a pesar de sus esfuerzos por ser cautelosos, esto de poco les podría servir, pues, aún si las posibilidades eran bajas, había alguien que siempre se mantenía vigilando los portales, solo por si acaso.
Esto no le gustaría nada al patrón.

El grupo se guió con cuidado entre las calles de la ciudad, no había ni un alma en la calle, cosa que los ponía nerviosos; era extraño para un lugar así estar carente de ruido.

Definitivamente algo pasaba y no les agradaba para nada esa situación.

-Juan- Escuchó el hechicero cómo Drako llamaba su atención, apuntando la máscara que permanecía en su mano.-, úsala, y hagas lo que hagas no pienses en quitártela.

Pese a no entender del todo la insistencia del pelinegro, Juan obedeció la indicación, poniéndose encima la peculiar máscara con un 8 grabado.

El grupo continuó con su camino hasta que toparon con lo que parecía ser el centro de la ciudad, donde yacía una estatua del híbrido de oso, con su imponente máscara y sentado en lo que parecía ser un trono, con una placa que leía "viva el Patrón".

Dios, que egocéntrico, pensó Juan.

Pero además de eso, se percataron que habían más carteles de otros negocios.

"Pastelería y dulces Aroyitt", "Casino de Jacky", "Refugio de animales de ElMariana". ¿Por qué todos los negocios solamente contaban con el nombre de su propietario? Era extraño.

-¿Qué cojones ha pasado aquí?- Se atrevió a preguntar Noni, tomando uno de los panfletos que anunciaban a El Pollo Feliz.

Ninguno tuvo tiempo de responder, pues fueron emboscados por un grupo armado, todos portando máscaras de diferentes animales, apuntando sus armas directamente a ellos.
Sin embargo no fueron capaces de hacerles daño, pues Tanizen logró darle un tiro de forma certera a uno de los atacantes.

-¿¡Qué cojones está pasando aquí!?, ¡me cago en Dios!

El grupo armado retrocedió levemente, tomando a su miembro herido, protegiéndolo del hombre con pistola. Todo el grupo, claro, excepto uno, quien sin miedo alguno se acercó al cañón del arma del hombre ciego, quitando su máscara y revelando su identidad.

〔Why'd It Have To Be Him?〕; SpruanWhere stories live. Discover now