〔 Capítulo 9 〕

1.8K 250 99
                                    

Estar enamorado es una sensación que genuinamente jamás había sentido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estar enamorado es una sensación que genuinamente jamás había sentido. Le habían gustado o llamado la atención diferentes mujeres a lo largo de su vida; por ejemplo Ari, una bonita chica que vivía en su pueblo y que desde el primer día se había mostrado interesada en él. Salieron un par de veces pero al final él decidió cortar lazos con ella ya que notaba que estaba buscando una relación seria, y francamente él no buscaba eso, ¿encuentros casuales? Claro, pero algo serio no era su estilo.

Luego Edurne, esa bonita chica que conoció en el loco viaje dimensional en el que estaba, las cosas ni siquiera pudieron empezar luego de que se arruinaran por describir las mentiras que él contaba. Al menos le había dejado un recuerdo de él en forma de un balazo.

Todas esas veces sintió interés, si, pero no había sentido nada parecido a lo que ahora estaba incrustado en su pecho cada vez que volvía a pensar en cómo había bailado al compás de la destrucción junto al argentino; o en cómo lo había protegido del peligro y cargado hasta estar a salvo; o en su bonito rostro que cubría con tanto empeño, imagen que no había dejado sus pensamientos durante toda la noche.

Nunca se había sentido atraído antes por un hombre, no recordaba ni siquiera haber pensado nunca que un hombre le resultara "lindo" o atractivo, pero es que entiendanlo, el rostro del empresario era demasiado atractivo.
No, corregía eso, todo en él era atractivo.

Quería realmente dejar de pensar en él, pero que el otro él tuviese en su casa un póster de la pelea que tuvo con el argentino, donde aparecía sin camiseta, lo estaba desquiciando.

Se preguntaba si alguna vez él podría verlo en vivo y a todo color.

-¡Ay ya basta pinche idiota!- Cubrió su rostro con una almohada por décima vez, enserio necesitaba una distracción o se iba a volver loco.

Y parece que el universo estaba siendo amable con él, pues en su puerta apareció justamente una distracción a los tormentos que no lo dejaban tranquilo.
Tanizen y Noni estaban en la puerta del santuario, saltando la seguridad de la entrada y yendo directamente a la sala donde el trono del hechicero se encontraba.

—¡Oye, gilipollas!, ¡ven que tenemos que hablar contigo!

¿Dispararle a alguien le serviría como distracción? Sip, sin duda alguna.
Bajó dispuesto a comenzar un retorcido juego de cacería con ambos comerciantes, pero al ver que la vaca sostenía en sus manos un sobre dorado y portaba una sonrisa la curiosidad pudo más que él.

—¿Y eso qué es?

—¡Es una invitación del señor Marius para su barco!

—¿Cómo que barco?, ¿y quién chingados es Marius?

—Marius es un pirata que vive por acá— Comenzó a explicar Tanizen, teniendo como precaución su mano en su espada por si al otro Juan le daba por querer atacarlos.—, había estado construyendo un barco pirata y nos quiere invitar a todos los pueblos a la inauguración.

〔Why'd It Have To Be Him?〕; SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora