The shadow like me ❣ TaeGi

08

El beso sube de tono demasiado rápido, las manos de Yoongi se cuelan por dentro de su camiseta, provocándole escalofríos al estar demasiado frías. No pueden pensar con claridad, es demasiado para ellos. Las manos del pelirosa se asientan en su trasero, amasándolo con lujuria, disfrutando del tacto. Yoongi se separa, jadeante.

— Déjame morderte, Taehyung — pega su boca al cuello de nuevo, lamiéndolo — por favor.

— Y-Yoongi, es mejor que no — vuelve a gemir, incapaz de no restregarse ante la erección del mayor — p-para.

Pero no le hace ningún caso y entierra los colmillos en su cuello, alimentándose de su sangre, que es demasiado dulce para él. Taehyung gruñe ante ello, totalmente excitado, pero tiene que resistirse, no es bueno que sigan así. Cuando siente que los colmillos le abandonan, se separa.

— Ya está bien, Yoongi — lo aparta con brusquedad, excitado — esto no es bueno para ninguno.

— ¿Qué? — esas palabras parecen sacarlo de su estado, devolviéndolo a la realidad — lo s-siento, no sé qué me ha pasado.

— No te preocupes, es normal — le sonríe, dándole un piquito — vayámonos a casa por hoy.

Yoongi asiente, sigue totalmente excitado y por él, habría acabado por tirarse allí mismo al pelirosa, pero es lo mejor, a él le gusta Jimin y eso no está bien.

1975

Eso se acabó convirtiendo en una costumbre, cada vez que estaban de cacería, ambos hermanos acababan devorando a Taehyung sin ningún pudor, hasta el punto de acabar haciéndolo a la vez, pero había pasado también con Jimin, esos cuatro vampiros hormonados estaban tan cercanos a sus presentaciones que la tentación de devorarse entre ellos era cada vez más fuerte.

Una mañana los chicos volvían a sus respectivos castillos después de una larga sesión de sangre, besos y mordidas, cuando el padre de Taehyung les sorprendió esperándoles a los límites de los clanes. Estaba enfadado, habían descubierto lo que hacían sus herederos, se estaba convirtiendo en un problema, los rumores de que estaban muriendo jóvenes a montones no eran buenos para su comunidad clandestina.

Los tres chicos restantes huyeron rápido hacia sus viviendas, donde sus padres los esperaban para regañarles debidamente, pero Taehyung tuvo que volver con él, totalmente asustado.

Seokjin inspeccionó su cuello una vez estuvieron dentro, encontrándolo lleno de mordidas y chupetones, cabreadísimo, abofeteó la cara de su hijo que no se lo esperaba.

— ¿Qué mierda te crees que haces Kim Taehyung? — el pelimorado estaba rojo de rabia, enfadado como nunca — ¿Ahora te dedicas a follar después de asesinar a gente sin ton ni son?

— Yo no follo con nadie padre — Taehyung se acariciaba el golpe, dolorido — sólo es un juego entre nosotros.

— Estáis matando a muchísima gente sin ser conscientes ni un poco de que eso nos puede perjudicar y eso no es nada bueno — Seokjin le volvió a pegar, con furia — encima, decides restregarte con todos los demás sin ningún pudor.

— ¡Es la única manera de que Yoongi me haga caso! Sólo de esta forma puedo conseguir algo de él — Taehyung tenía los ojos cristalizados, destrozado — es del único modo en que es consciente de mí.

— ¿Y Jungkook? ¿Y Jimin? Ellos también están en esto, Taehyung — su padre le agarró las manos, intentando ser comprensivo — os estáis mordiendo y marcando entre los cuatro, tenéis que parar.

— ¿Porqué? A lo mejor así acaba enamorándose de mí — sus lágrimas fluían, roto — es la única manera...

— Bebé, cuando os presentéis no podréis morderos, porque eso implicará un enlace, si seguís así, os haréis daño los unos a los otros — Seokjin le abrazó, consolándolo — tienes que acabar con esto, antes de que sea demasiado tarde.

Taehyung lloró en brazos de su padre, lo sabía, era totalmente consciente de ello, tendría que asumir que su tiempo con Yoongi de esa forma había acabado.

SoMi les gritaba, histérica, al ver sus mordeduras en los cuellos, esos chicos le iban a matar de un disgusto algún día.

— ¡¿Así os he criado yo?! Para que vayáis matando a todo el mundo sin pensar en vuestras familias y encima, os marquéis los unos a los otros — estaba tan enfadada que Hoseok tenía que agarrarla por detrás, con dificultad.

— Mamá, es de la manera en la que puedo estar con Taehyung sin que me rechace — Jungkook tenía la cabeza agachada, desolado — sólo así quiere estar conmigo.

- Me dan igual tus sentimientos Jeon Jungkook, si quieres que esté contigo, gánatelo de otra forma — sus ojos se volvieron a su hijo mayor, que no se inmuta — ¿Y tú qué, no dices nada?

— Yo no tengo excusa madre, simplemente cuando bebo sangre tengo la necesidad de morder a Taehyung, no sé por qué — Yoongi se encogió de hombros — pero si se ha convertido en un problema dejaré de hacerlo.

— Más te vale — escupió.

Igualmente, los gritos del líder de los Park se escuchaban por todo el castillo, regañaba a su hijo mayor por el descuido tan grande que había cometido, diciéndole prácticamente lo mismo que los ojos, obteniendo la promesa de Jimin de no volver a hacerlo.

Al día siguiente, Jungkook se presentó en la ventana de Taehyung, sorprendiéndole. Le invitó a entrar, intrigado, era raro que se apareciera por ahí.

— ¿Os han regañado mucho? — el pelirosa le miró desde su cama, sin ganas — a mí hasta me golpeó.

— Nos han hecho prometer que no lo haremos más — se encogió de hombros — pero Yoongi hyung estaba demasiado disgustado por ello.

— ¿Por qué? — los ojos le brillaron, esperanzado que fuera por lo mismo que él.

— Porque ya no podrá besar ni morder más a Jimin — soltó.

Jungkook observó, con felicidad aterradora, como los ojos de Taehyung se oscurecían ante lo dicho escuchando casi, como se le rompía un poco más el corazón y las barreras se destruían.