The shadow like me ❣ TaeGi

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Octubre

Nuevamente, se hallaban a la espera de otra presentación, Jimin por fin aparecería ante sus ojos como alfa u mega, estaban todos ansiosos por ello. Yoongi quería ver ya a su amigo, realmente necesitaba saber qué le depararía al peligris en el futuro, sabía condenadamente bien que estaba enamorado hasta las trancas de Jungkook y quería que su condición de omega le ayudara a conquistarle.

Pero ¿Y sí se presentaba como alfa? No había problema en realidad, pero claro, estaba más que visto que a su hermano le gustaban las personalidades tranquilas y algo risueñas y un alfa no era así.

O simplemente el que le gustaba era Taehyung, no había más de eso. Otra cosa que también le preocupaba era su pequeño, si se presentaba como omega su hermano no dudaría en arrebatárselo de los brazos, liándole con sus hormonas hasta hacerle caer. Eso le cabreaba.

No estaba para nada insatisfecho por ser omega, es más, realmente estaba orgulloso de que fuera el primero puro, sus padres se habían casi sacrificado por tenerlo y jamás dudaría de ser lo que era, pero su futuro con Taehyung dependía de eso.

Las grandes puertas del salón se abrieron, dando paso esta vez a yongsun y a hyungsik, que venían agarrados de los brazos, listos para presentar al príncipe de los Park.

— Buenas noches, hoy, mis padres y yo tenemos el placer de presentar a mi hermano menor Jimin — sonrió, tremendamente orgulloso — más os vale recibirle como se merece.

Todos rieron ante la hermana protectora y vieron como ambos, padre e hija se apartaban para que SeoJoon entrara con su hijo.

El traje blanco de Jimin era hermoso, tenía unas ligeras plumas negras en la parte derecha de la chaqueta. Su pelo era de un bonito azul eléctrico, sus labios se habían engrosado, totalmente rojos, formando una sonrisa totalmente embaucadora, sus hermosos ojos de un gris oscuro, aunque su altura se había mantenido, su cuerpo estaba musculado y duro. Un fresco aroma a menta se repartió por la habitación.

— Buenas noches a todos, muchas gracias por venir — agradeció, emocionado — me llamo Park Jimin y me presento como alfa.

A Taehyung le llegaron las feromonas de Yoongi directamente a las fosas nasales, girándose a mirarle, frunció el ceño ante lo que vio. Sus pupilas se habían dilatado mientras miraba fijamente al peliazul, se mordía el labio con furia y se movía ligeramente, Yoongi estaba excitado con la presencia de Jimin.

Jungkook aprovechó aquello, posicionándose detrás de Taehyung, dejó caer.

— Ay que ver, hermoso, ahora tu querido hyung tendrá quien le ayude con los celos — y se giró, yéndose.

Aquello le hizo volver a la realidad, dándose cuenta de que, si el próximo celo de Yoongi lo pasaba junto a Jimin, acabarían acostándose. Suspiró, resignado y cabreado, no podía hacer nada, él sería un patético omega que acabaría cayendo en las garras de Jungkook, cuanto antes lo asumiese, mejor.

Diciembre

Kim Seokjin realmente se encontraba preocupado, mañana sería el cumpleaños de su hijo, pronto se presentaría, pero las dudas de saber que le iba pasar igual que a Yoongi le torturaban la mente. Había demasiadas posibilidades de que aquello ocurriese y no quería que su pequeño hijo sufriera por ello.

Namjoon lo observaba, sabiendo perfectamente lo que ocurría, sin saber exactamente que decirle, habló.

— Hyung, debes tranquilizarte, no te adelantes a los hechos — el peliazul le abrazó, liberando sus feromonas — seguro que mañana Taehyungie se presenta como un omega normal y precioso, sin complicaciones.

— No sabes mentir, querido — sonrió ante la mueca que puso — sabes perfectamente que puede pasarle lo mismo que a Yoongi.

— Bueno, sí, eso es así pero no podríamos hacer si pasa – Ladeó la cabeza, guiñandole — sólo podemos estar a su lado y cuidar de él.

Seokjin sonrió, ese omega hermoso y pacífico que tenía a su lado era la tercera cosa que mejor le había pasado en la vida, a parte de su difunta esposa y su hermoso hijo.

Por fin, era el día. Taehyung estaba realmente nervioso, toda la noche había pasado y nada, ni un leve cambio, realmente necesitaba que pasase algo ya. Lo que no entendía muy bien era por qué su padre y su amigo le vigilaban tan de cerca, si las presentaciones no tenían nada de malo.

Cuando, a la misma hora, lo que le ocurrió a Yoongi, empezó a pasarle a él. Taehyung sintió que algo le quemaba la piel, sus colmillos le picaban, la cabeza iba realmente a explotarle. Cayó al suelo, gritando desgarrado por el dolor, llorando sin parar, pidiendo ayuda a alguien, su padre lo sujetó de los brazos, impidiendo que se hiciera alguna herida.

Namjoon rápidamente fue en busca de los demás líderes e hijos, pero sorprendentemente esta vez, Yoongi estaba intacto.