12

344 57 8
                                    

2000

Jungkook se hallaba en Nueva Orleans, esperando un vuelo que lo llevaría a Santa Clara, habiéndose recorrido todo el continente americano, maravillado con la gente de allí, habiendo aprendido muchos idiomas a parte del inglés.

Había completado con éxito las carreras de informática, matemáticas e ingeniería electrónica y ahora se dirigía a esa gran ciudad para su nuevo trabajo. Una nueva empresa que prometía ser la cúspide del mundo se iba a comenzar a formar y él formaría parte de ella.

El cambio de siglo lo vivió en esa ciudad donde el francés era el segundo idioma, los carnavales se vivían cada año como el último y la gente era animada, simpática y agradable.

Conoció a muchos vampiros allí, no tenía ni idea de que la ciudad estaba prácticamente gobernada por ellos, siendo el lugar donde más feliz se sintió. En ciudades como Nueva York o Seattle se codeó con vampiros provenientes de Corea, entablando bastante amistad, invitándoles a visitarle algún día. También se dejó llevar por los placeres de hombres y mujeres, abandonando la absurda idea que se tenía en su hogar de que solo te unías a una pareja en toda tu vida, por favor, eran inmortales, podían disfrutar de su cuerpo sin ataduras hasta que el enlace te lo impidiera.

Aunque también se sentía ansioso, solo cuatro años y podría volver a tener a Taehyung consigo. Se mantenía en contacto con Yoongi y Jimin, pero del que no sabía nada era del pelirosa, por mucho que insistió, jamás Seokjin le dio una noticia de su paradero.

Eso le preocupaba, porque no se creía que su hermano no supiese nada de él, aunque insistiera que tampoco le decían a él donde estaba. Tenía miedo de que hubiese conocido a otro vampiro del que pudiera enamorarse y que todos esos años de paciencia y comida de cabeza se echaran a perder.

Pero de momento, su inminente trabajo le tenía muy emocionado y eso era lo realmente importante, al menos, por ahora.

Yoongi observó como el reloj marcaba el inicio de un nuevo siglo en Buenos Aires, donde hacía unos años que estaba instalado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Yoongi observó como el reloj marcaba el inicio de un nuevo siglo en Buenos Aires, donde hacía unos años que estaba instalado. Después de acabar la carrera de medicina, se especializó en varias ramas como obstetricia, pediatría y cirugía cardiovascular, convirtiéndose en un médico reputado.

Durante ese tiempo en ese maravilloso continente viajó por todos los sitios que pudo, empapándose de las fantásticas culturas que tenían allí, visitó hasta las pequeñas aldeas más recónditas, entregando sus conocimientos y hasta convirtiendo a gente con enfermedades graves, salvándolos de una muerte segura.

Los diferentes idiomas que tenían allí le fascinaron al punto de aprender algunos, no solo dependiendo del castellano, quiso involucrarse tanto que poder comunicarse con ellos en su idioma nativo le pareció la mejor idea.

Trabajaba como médico en el hospital de la ciudad de Buenos Aires, en ese momento como obstetra, ayudando a las matronas a traer pequeños bebés al mundo y a tiempo parcial, hacía de médico de omegas que parían, asombrado del poder de dar la vida que tenían.

Amaba a los niños al punto de ejercer también de pediatra en una clínica privada que llevaba él mismo, independientemente del capital monetario que poseyeran sus pacientes, él siempre los recibiría con los brazos abiertos. Sabía que eran países con problemas económicos y la ayuda siempre era bienvenida.

Cada año, se comunicaba con el líder de clan Kim para averiguar donde estaba su hijo, queriendo felicitarle por su cumpleaños, pero jamás supo en que parte de Asia se encontraba, su padre era muy celoso con su paradero. Lo intentó con sus padres, pero ellos tampoco lo sabían.

¿Por qué Taehyung no quería saber nada de ninguno? ¿No volvería a su hogar? Esas preguntas le bombeaban la mente cada día, le extrañaba, tanto, que a veces su pecho dolía.

Quería ver a su pequeño amigo y acunarlo entre sus brazos como siempre, pero éste parecía tener mejores planes que darle señales de vida. Eso le entristecía y le enfadaba a partes iguales, porque no recordaba haberle hecho nada para ello.

Pero solo faltaban 4 años para poder verle, aunque eso implicaba abandonar aquel continente que le había conquistado y eso le ponía también muy triste, así que, se juró que algún día, volvería con su futura pareja para mostrarle las maravillas que tenía.

Degustando la última copa de vino de la noche, salió a probar el primer bocado de ese siglo recién se estrenaba.

The shadow like me ❣ TaeGiWhere stories live. Discover now