Capítulo 20

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Big se vió en la necesidad de bloquear a Dragón, y dejar de pensar en él, simplemente no quería verlo más.

Dragón entonces fue directamente hacia donde Big vivía, y lo esperó en la puerta hasta que Big llegó después de haber salido para despejar su mente.

Tan pronto como Big lo vió parado en su puerta, quiso darse la vuelta e irse, pero Dragón corrió tras él hasta alcanzarlo.

—Escucha.

—No lo haré.

—Si no lo haces, te seguiré molestando, así que aclaremos esto de una vez.

Big paró, y se dió la vuelta para encarar a Dragón.

—Es que no hay nada que aclarar, todo es muy claro ya.

—Voy a pedirle el divorcio a Hong.

Big sonrió.

—¿Y de tus hijos, también puedes divorciarte de ellos?

Dragón no supo qué decir ante aquello, Big prosiguió:

—Escúchame tú a mí, déjame tranquilo, de ahora en adelante no quiero saber nada que tenga que ver contigo. Mejor no te separes de tu esposa, porque nada hará que vuelva a confiar en tí.

—¡Mentiroso! Solo lo dices porque estás herido.

—Idiota, deja de molestar o llamaré a la policía...— advirtió Big mientras comenzaba a caminar a pasos rápidos hacia su casa.

Dragón fue tras Big y lo empujó contra la pared, lo acorraló dejándolo pegado a él y sin escape.

—Entonces llama a la policía ahora mismo.— lo retó.

—¿Sabes lo que es una orden de restricción, verdad? Irás a la cárcel si no cumples con ello.

—Bien, iré.— dijo sin preocupación alguna Dragón.

Big no podía creer lo descarado que era Dragón. En ese momento, incluso le dieron ganas de llorar, porque vaya que le gustaba el hombre frente a él, lo quería besar y abrazar, le quería perdonar y decirle que todo estaba bien.

“¿En qué mala persona me convertí?” pensó Big, darle otra oportunidad a Dragón no debía ni pensarse.

—La única verdad es que te gusto...— Dragón habló ahora, con seguridad y viendo a los ojos a Big —Me deseas...— entonces pegó más su cuerpo contra Big, sus labios iban a chocar si Big no hubiera desviado su cara —Y quieres que te bese, lo deseas, está en tu... ¡¡Auch!!

Dragón se agarró inmediatamente su parte íntima, después del golpe que Big le había propina con sus rodillas, como única forma de escapar de él. Big inmediatamente corrió, abrió y cerró la puerta con seguro.

Dragón tuvo que retirarse por aquel día.

[ . . . ]

Pasaron algunos días, y conforme pasaban; Big simplemente no podía dejar de pensar en Dragón.

Supuso que era normal, debido a que se habían reencontrado hace poco y todavía se gustaban. También el estar herido y extrañarlo era normal, lo que a Big no le parecía normal, eran sus inmensas ganas de perdonar a Dragón y volver con él.

Big se vió en la necesidad de buscar ayuda profesional, y fue así que acudió con una psicóloga.

Su primera cita estuvo bien, la segunda y la tercera también. Cada que salía después de una sección, se sentía con un peso menos encima.

Big Dragon (Bigdragon)Where stories live. Discover now