"Para... por favor, para", gritas mientras empujas débilmente el pecho de Sunoo, pero él te aparta las manos y sigue empujándote.
"No. Esto es lo que pasa cuando me desobedeces. Intenté ser amable, pero seguiste actuando"
Bajó la cabeza hasta tu cuello, gimiendo egoístamente mientras te follaba desesperadamente, y al sentir que te apretabas a su alrededor se río sombríamente. "Si realmente no quieres que te folle, ¿por qué me aprietas la polla así? ¿Debo seguir?" Su polla golpeó tu cuello uterino con dureza, sabiendo que no te saldrían las palabras mientras te trataba así.
"¡Sunoo, por favor, más despacio! ¡Ahh!" No pudiste contener tus gritos de placer y él te sonrió mientras rechinaba su pubis contra tu clítoris mientras te follaba profundamente, sabiendo que, por mucho que lo odiaras, se sentía bien.
"Deberías ver tu cara ahora mismo. Puedes decirme que pare y todo lo que quieras, pero puedo ver en tu cara que estás disfrutando de esto... dime que te encanta cuando te follo" sacudiste la cabeza con rebeldía y él suspiró, sacudiendo su propia cabeza con decepción antes de pellizcar y retorcer tu pezón entre sus dedos, haciéndote gritar de dolor.
"¡Lo siento! Me encanta, joder, me encanta". Gritaste y él soltó inmediatamente tu pezón.
"¿Ves? no era tan difícil". Las lágrimas rodaron por tu cara cuando te corriste involuntariamente sobre su polla, y poco después él apretó sus caderas tan profundamente como pudo, disparando su semen dentro de ti antes de sacarlo y taponarte con dos de sus dedos. Se inclinó para susurrarte al oído amenazadoramente "Si derramas una sola gota te follaré otra vez hasta que llores, ¿lo entiendes?". Asentiste rápidamente y él sonrió, besando tu mejilla manchada de lágrimas. "Buena chica".
