"¡lo estás haciendo t-... jay!" jadeas al ser inmovilizada contra la pared.
no sabes cómo ha pasado, pero estabas de rodillas chupándosela a tu novio y ahora, de repente, estás pegada a la pared con los dedos tirando de las bragas hacia un lado. "jay... qué estás... oh dios".
jay sonríe contra tu mejilla, su lengua deslizándose para lamer tu piel. "nunca antes había sentido tan mojada".
tu cabeza cae hacia atrás contra la pared, un suspiro sale de tus labios cuando él finalmente empuja dos dedos en tu agujero, las yemas de sus dedos ya rozan tu punto g. "oh, jay..."
jay te sorprende con un ritmo rápido y el movimiento de tijera de sus dedos. enganchas tu pierna en su cintura para que pueda llegar más profundo, y por la cadena de blasfemias que provienen de ti, él sabe que está llegando a los lugares perfectos. él no cede; él sigue siendo brutal y crees que es lo más rápido que te ha hecho correrte.
"espera, ¡oh, mierda!" cierras los ojos con fuerza y tu pierna casi comienza a tener calambres. jay te ayuda a lograr el orgasmo, los dedos disminuyen un poco la velocidad antes de acelerar de nuevo. "jay, es... es demasiado".
"shh, bebé". él silencia tus gemidos con un beso, su lengua se sumerge en tu boca antes de morderte el labio inferior. "tu coño está succionando mis dedos como si estuviera hambriento. mierda, nena".
tus brazos se envuelven alrededor de sus hombros, acercándolo más hasta que su cuerpo esté al ras con el tuyo. tus caderas se movían contra su mano, tratando de sentir algo más, queriendo más a pesar de que acababas de correrte. jay llega a donde quieres con esto y presiona su pulgar contra tu clítoris, aplicando la cantidad justa de presión hasta que tus piernas comienzan a temblar y tiene que mantenerte presionada contra la pared para evitar que te caigas.
querías gritar su nombre, pero ni siquiera podías formar la palabra de manera coherente, solo se escapaban murmullos mientras un chorro de tus jugos chorreaba sobre la mano de jay y el suelo.
"eres tan jodidamente caliente". jay gruñe contra tu boca y haces todo lo posible por no dejar caer las lágrimas, pero con la forma en que sigue bombeando sus dedos dentro de ti, no puedes evitar dejarlas caer.
"quiero que me folles, jay".
