Para las vacaciones de Navidad de este año, has decidido presentar a tu novio de toda la vida, Heeseung, a tus padres después de que ellos te hayan estado acosando constantemente por querer conocerlo durante tanto tiempo.
Así que, tras despejar tu agenda y la de Heeseung y comprar los últimos boletos de avión para volar de regreso a tu ciudad natal, el paisaje familiar del vecindario donde creciste pasó a través de las ventanas del auto de tus padres mientras los llevaban a ambos a la casa de su infancia desde el aeropuerto.
La visión de la zona envuelta en nieve blanca y clara, y el caer de los copos de nieve en paracaídas desde el cielo te provocaron un pequeño escalofrío. No es que odiaras el invierno, pero preferías el calor de un día de verano al tiempo húmedo, sombrío y helado.
Una mano se coloca sobre tus manos: los dedos largos de Heeseung se entrelazan con los tuyos, pero cuando lo miras a tu lado desde el asiento del pasajero, todavía presta atención a las divagaciones de tu madre con profundo interés. Sus ojos de ciervo se mantuvieron firmes en ella, y él asentía con la cabeza de vez en cuando, lo que hizo que reprimieras una pequeña risa por lo lindo que se veía.
Decir que tus padres estaban enamorados de él era quedarse corto.
¿Quién no lo estaría cuando notara cada pequeño detalle sobre ti? Incluso sostener tu mano cuando sabía que tendrías frío como si fuera una segunda naturaleza para él.
Cuando llegaste a la casa de tus padres, te aseguraste de no dejar que tu madre se divirtiera en la presencia de Heeseung. Cuando ella se movió para mostrarle un collage de fotos que guardó de cuando eras una niña hasta tu incómoda adolescencia, supiste que era hora de poner excusas sobre lo cansados que estaban tú y Heeseung del viaje con la esperanza de escapar.
"No sabía que solías ser parte del coro", bromeó Heeseung, ayudando a mover el equipaje pesado a la habitación de tu infancia para que los dos se quedaran ahí.
"Todos tenemos nuestro pasado oscuro", respondiste, quitándote la chaqueta acolchada. "Era eso o tocar una canción de 3 minutos en la parte de atrás con solo las cabezas de los niños al frente a la vista".
"Creo que fue lindo". Se río, recostándose en la cama con sus ojos recorriendo el lugar. Estiró la mano hacia atrás para agarrar un oso de peluche gigante que estaba sentado en la cama, colocándolo en su regazo y jugando con el corazón rojo que sostenía con las palabras te amo escritas en él.
Tus ojos captaron la escena, e inmediatamente una idea apareció en tu cabeza, lo que te llevó a sonreír sin que tu novio lo notara, quien no estaba al tanto de tu próximo plan.
"¡Oh! Ese osito de peluche me trae tantos viejos recuerdos", reflexionaste con indiferencia, tratando demasiado de parecer despreocupada. Te lanza una mirada curiosa, abrazando el peluche contra su pecho relajadamente.
"¿Por qué?"
"Oh, nada, solo que fue un regalo de mi ex durante la escuela secundaria. ¿No es lindo y esponjoso?"
Lo viste congelarse por el rabillo del ojo, el agarre inocente alrededor del osito de peluche se aflojó ante la nueva revelación de que todavía guardabas algo de tu ex, y él lo estaba abrazando.
Nunca lo habías visto tan horrorizado por nada.
No es frecuente que pongas celoso a Heeseung porque a menudo era al revés, por lo que disfrutaste descifrando cada reacción que mostraba. Aprovechaste la oportunidad de robarle el oso de peluche de su abrazo, observando su labio inferior hacer un puchero y sus ojos bajos al ver cómo lo abrazabas cariñosamente contra tu pecho.
"Esa cosa no dormirá en la cama con nosotros". Dijo con firmeza.
Te burlaste, poniendo los ojos en blanco ante su demanda. "¡Vamos, este regalo fue hace años! Mira lo agradable que puede ser un compañero de abrazos para la noche de invierno". Sostuviste el juguete de peluche para que lo viera; una suave textura de almohada con el tamaño adecuado para abrazar, su cabeza inclinada hacia un lado inocentemente como si no fuera la fuente de su problema.
