16. ¿Qué es lo que buscas, Arlene?

128K 17.9K 5.2K
                                    

(16)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(16)

ARLENE

—Lo vas a desgastar si lo sigues mirando.

La voz de Jana sonaba tan lejana mientras me mordía la uña del dedo índice, concentrada. La noche acababa de caer, el cielo aún estaba un poco gris. Como era costumbre, estábamos en el jardín, pasando el rato. Las visitas de Jana eran una de mis partes favoritas de la semana, a parte de Ellary, ella era la única con la que podía hablar con espontaneidad. Y aunque disfrutaba charlar con mi amiga, mi mirada no se despegaba de Haeran, él estaba un poco lejos, cortando unas rosas del jardín, siguiendo las ordenes del sirviente principal que manejaba todo en nuestra casa. Resaltaba mucho, al estar todo de negro en medio del rojo y verde de las flores. Sin embargo, no era su atractivo lo que me tenía tan concentrada.

—Jana, ¿qué sabes de la familia real vampírica? —pregunté, ojeando a mi amiga por primera vez en un rato.

Jana suspiró.

—¿Qué están todos muertos?

Volví a mirar a Haeran, la forma en la que se movía, la elegancia de cada acto, lo recta que mantenía su espalda, lo mucho que le costaba bajar la cabeza. Las primeras veces que interactué con él pensé que su actitud era terquedad o el desafío normal de un esclavo, pero después de descubrir que hablaba Purkai, no había podido dejar de analizarlo todo de nuevo. Quizás, no era terquedad, y más bien, le salía natural comportarse así, porque no había crecido en los callejones de esclavos sino en un lugar más... ¿elegante? ¿De la realeza? Sacudí la cabeza, eso era imposible.

—¿Tenemos algún libro sobre la historia de la familia real vampírica?

Jana se lamió los labios.

—¿Hay algo que debería saber, Arlene?

Ojeé a nuestras sirvientes y mi amiga lo entendió, mandándolas por más té. Jana acercó su silla a la mía, y se inclinó para susurrar:

—A ver, sorpréndeme.

—Es una teoría loca.

—Siempre lo son.

Ella me miró, ansiosa, esperando. Si había algo que podía interesar a la princesa del reino era el chisme.

—De acuerdo —empecé—, ¿cómo es que no sabemos nada de la familia real vampírica? No hay rastros, ni siquiera sabemos como se llamaban. En los libros de la guerra, se refieren a ellos con sobrenombres 'el rey vampiro' o 'el príncipe sangriento' nada de sus identidades, de su origen.

—Caos II.

—¿Ah?

—Así se llamaba el rey vampírico que gobernó durante la guerra, es descrito como un ser alto de cabello negro con mechones plateados y portador de una máscara negra que solo dejaba a la vista sus ojos rojos. Y obviamente era un guerrero impresionante.

Suyo ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora