ᴛʜᴇ ᴋɪɴɢ'ꜱ ᴏᴍᴇɢᴀ. [Minsung] [Omegaverse] ©

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❝ ¡Minho! ❞

La energía qué tenía él pequeño pelinegro era de niveles exorbitantes, se la pasaba corriendo y saltando por todo el enorme castillo.

Mientras qué Jisung, bah, Jisung sólo se la pasaba sentado en la gran alfombra de la sala jugando y observando al mayor atentamente.

No podía hacer nada más, después de todo solo era un bebé.

— ¡Jisunggie!, ¿¡Quieres aprender a caminar ya!?. —le preguntó al rubio— ¡Así podrías jugar conmigo!.

Él bebé solamente lo miró con una expresión dudosa.

No sabía mucho del lenguaje humano.

Por lo qué sólo se vio obligado a decir la única palabra coherente qué podía pronunciar perfectamente.

— Shi.

Bueno, casi perfectamente.

En realidad él pequeño Jisung podía pronunciar solo un par de palabras casi perfectamente y otras si podía pronunciarlas bien.

Pero eran muy pocas palabras las que el podía decir.

No podía pronunciar él nombre de ninguno de sus padres, ni tampoco de las madres de Minho, ¡No podía ni pronunciar el nombre de su futuro alfa!.

Por lo qué siempre llamaba al pelinegro por Min.

— Bien, te ayudaré a caminar, primero tenemos qué ponerte de pie.

Él pelinegro puso de pie al pequeño rubio sin usar mucha fuerza, pues él bebé no pesaba mucho.

— Ahora tienes que seguirme.

Minho lo agarró de ambas manos y se puso adelante de él.

— Mira mis pies y trata de mover los tuyos para seguirme. — Le dijo sonriendo.

Jisung empezó a alzar sus pequeños pies y a tratar de caminar, apenas estaba dando dos pasos y él pelinegro ya casi qué chillaba de la emoción.

— Así Jisunggie, así. — Lo alentó.

Él rubio hacia lo qué podía, y al parecer eso estaba dando frutos, pues ya estaba casi caminando perfectamente, él bebé miraba atentamente los pies de Minho para poder seguirlo.

— Si pe- — Shuhua enmudeció y le hizo una señal de silencio a su esposa qué iba a la par de ella cuando vio la tierna escena en la sala.

Soojin se tapó la boca con una de sus manos por el asombro al ver a su pequeño cachorro enseñándole a caminar a Jisung.

— D-Dejame buscar la cámara...— Susurró la pelinegra saliendo despavorida de la sala en busca de su cámara.

La rubia asintió y se quedó mirando la escena con una pequeña sonrisa, definitivamente, su hijo sería un buen alfa para Jisung en un futuro no muy lejano.

— ¡Jisunggie lo estás haciendo muy bien!, ¡Un poco más y ya podrás correr también!. — Celebró mientras él rubio soltaba una risita.

— ¡Volví!. — Gritó en un susurro la alfa apuntando con su cámara la tierna escena.

Una, dos, tres, cuatro hasta cinco fotos, no eran suficientes para él corazón eufórico de la pelinegra, por lo qué también empezó a grabar todo.

— Se ven tan lindos, no quiero que crezcan. — Dijo Shuhua mirando las fotos en su cámara con una expresión triste.

— Pero lo harán querida, así es la vida, crecerán sanos y fuertes para en un futuro gobernar como alfa y omega. — La rubia le sonrió a su esposa y la agarró de la mano para ya irse de la sala y dejar a solas a los cachorros.

Shuhua asintió y ambas reinas caminaron hacía la salida del pasillo.

— ¡Si!, ¡Si!, ¡Ahora te enseñaré a correr!, ¡Ya verás qué te encantará!, ¡Es muy divertido correr!, ¡A mi me encanta correr!.—el bebé lo miró con él ceño fruncido, el alfita aveces era muy parlanchín— ¡Y después te enseñaré a bailar!, ¡A jugar con la soga tal vez también!.

— Min.

— ¡O si no también podríamos saltar por todo él castillo!.

— ¡Min!. — Chilló frustrado porque él alfa no le prestaba ni la más mínima atención.

— ¡Oh!, ¡Ya sé!, ¡¿Y si-

— ¡Minho!. — Gritó haciendo un puchero y deteniendo el caminar de ambas alfas qué estaban en el otro pasillo rumbo al patio.

El grito había sido tan fuerte qué todo el castillo lo escucho.

Literalmente.

De pronto se escucharon pisadas desesperadas de tacones, y en un dos por tres Soojin tenía entre sus brazos al bebé rubio mientras lo miraba con adoración.

Y Minho seguía tieso en su lugar sin poder procesar qué por primera vez en su corta vida, su Jisunggie le había llamado por su nombre.

Jisung mantenía una expresión molesta mientras Soojin y Shuhua lo miraban con ternura.

😠

Con esa expresión estaba la carita del pequeño bebé rubio.

— Hijo, ¡Cachorro!. — Shuhua sacudió a Minho de un lado para otro hasta qué él pelinegro salió de su trance y miró a Jisung con una sonrisa de oreja a oreja.

— ¡Jisunggie!, ¡Vuelve a decir mi nombre!. — Le dijo él alfa alegre.

— Ño. — Negó manteniendo su muy pronunciado puchero.

— ¿¡Y porque no!?. — Preguntó desesperado.

— Poque ño. — En realidad si había una razón y esa era qué, Minho era muy parlanchín, pero lamentablemente Jisung no sabía cómo pronunciar esas muy difíciles palabras.

Así qué decidió no decir nada al respecto.

Ahh, él momento en el qué él primer nombre dicho perfectamente por Jisung será recordado por siempre.

En especial para un pequeño alfita pelinegro que no paraba de dar pisadas en el piso en forma de berrinche.