ᴛʜᴇ ᴋɪɴɢ'ꜱ ᴏᴍᴇɢᴀ. [Minsung] [Omegaverse] ©

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❝ ¿Omega? ❞

— ¿Le gustó Honnie hyung?. — Preguntó él menor dejando de tocar el piano.

— Por supuesto que sí mi precioso ángel, tocaste hermosamente.

Ambos estaban en él salón con él profesor Choi.

— Jisunggie a progresado demasiado, un par de clases más y creo que ya sería un pianista profesional. — Dijo él castaño sonriente con una marca resplandeciente en su blanquecino cuello.

Y cómo todos se lo esperaban, Choi Yeonjun marco a Beomgyu convirtiéndolo en su omega, la felicidad en su castillo estaba de regreso y actualmente ambos vivían muy felices y se amaban con locura.

Él omega era esa pequeña felicidad qué necesitaba él alfa en su vida.

Ahora ambos gobernaban él reino Choi de manera justa y buena pero seguía siendo el profesor de Jisung.

— Es gracias a sus clases rey Beomgyu hyung. — Dijo él omega viéndolo con una sonrisa.

— Jisunggie no me hagas sonrojar, aún no me acostumbro a que me llamen de esa forma, solo sígueme llamando Beomgyu hyung porfavor. — Soltó un poco avergonzado.

A lo qué Minho soltó una pequeña risa.

Félix entró al gran salón con una expresión sería.

— Minho, ya está aquí. — Espetó dándole una mirada sería.

Él alfa puro lo miró seriamente para después mirar a ambos omegas.

— Debo retirarme, no sé cuánto demoraré en regresar, porfavor alteza, ¿Podría cuidar a Jisung por un momento?, si demoro mucho en volver y se hace de noche, puede quedarse y yo le comunicaré a su alfa lo sucedido, pero porfavor, no deje solo a Jisung en ningún momento.

— Por supuesto príncipe, no se preocupe, éstoy al tanto de todo, cuidare a Jisunggie. — Espetó Beomgyu, pues él sabía todo la problemática y no dudaría en proteger al menor.

— Gracias.

Minho le dio un beso en la mejilla a Jisung y salió del gran salón junto con Félix.

— No pensé que fuera tan rápido, apenas mandé la carta ayer. — Dijo mientras ambos caminaban hacía los calabozos.

— Pues para nuestra suerte uno de esos hombres visitó él castillo del rey Kim Taeyong y dos de nuestros guardias infiltrados no dudaron en capturarlo para traerlo inmediatamente hasta aquí, hoy sabremos quién es él verdadero culpable de todo esto y quienes fueron sus peones.