Secuestrada • [ T/n&JK ] {EDITANDO}

¹² "¿¡PORQUÉ LO HICISTE T/N!? pt.1"

¡MALDITASEA!

¿¡PORQUÉ LO HICISTE T/N!?

Es más de la media noche, voy cambiando entre los pasillos de este gran lugar en el que me encuentro.

Sé que puedo llegar a estar haciendo una locura, pero tengo que tratar de huir con esas mujeres, mi plan debe ser ejecutado hoy. Porque, por como van las cosas él no cumplirá lo que dijo y es lo que más temo.

Caminé parte de la casa, conseguí un lugar admirablemente organizado dónde hay llaves mecánicas, herramientas, y objetos de mecánica. Son cosas que nunca hubiera creído de haberlo oído, mi secuestrador sabe de mecánica. Tomé un destornillador y una palanca.

Con esos dos podré usarlos para abrir la puerta dónde están las prisioneras. Subí la escalera tan conocida para mí, recorriendo sus pasillos de blanco marfil, decorado con artes de hermosos paisajes que a mi parecer creo haber visto alguna vez, pero mi mente se nubla con el solo pensar de tan hermosas obras y que su dueño sea alguien tan vil.

Al llegar a división dónde están las puertas que dan con habitaciones espantosas, me incorporo a la segunda puerta dónde doy un leve toque, escuchando murmullos dentro de esta. Quiere decir que están bien.
Tomé el destornillador y lo utilicé para forcejear la cerradura de la puerta, escuché un "toc", tomé la palanca tratando de hacer el menor ruido posible agazapandome ejercí fuerza en mi agarre, me dejé encimar a la puerta luego de varios minutos dónde mi corazón corría una maratón, dando un vistazo hacía atrás tratando de no ser descubierta.

La abrí

Escuché suspiros de exclamación, me asomé para adentrarme a ese lugar. Una habitación de paredes beige, siendo diferente en todo lo que me concierne. Ví mujeres encadenadas que se abrazaban entre ellas, para ser exactos, solo habían... Dos. Las mismas de aquella conversación diría yo, se veían desconsertadas y dudosas de mi presencia.

—¿Quién eres?

Me preguntó una de ellas viéndome confundida, yo solo me acerqué un poco tratando de mirarla a los ojos para que tuviese confianza en mí.

—Mí nombre es T/n, he venido a sacarlas de aquí —Me presenté cautelosa esbozando una leve sonrisa.

—Que chica, ¿Tú y quién más vienen? —Demandó la otra enarcando una ceja, mostrandose indiferente. Creo que será difícil sacarlas de aquí.

—vengo sola, sí. Pero sé como salir de aquí y he podido burlar la seguridad. —Puntualicé señalando la puerta.

—¿Cómo sabías que estábamos aquí? —Preguntó la más pálida, quién me interrogó primero.

—yo estoy raptada así como ustedes, sé lo que les ha pasado —Declaré incándome de rodillas —No quiero que nadie más pase por lo que pasaron las chicas que estuvieron desde que llegué —Dije cabizbajo al recordar aquella horrible escena.

—¿Cómo estás tan segura de ello? —Interrogó dogmática la morena.

—¿Quién te hace creer que puedes? —Indagó la otra.

—miren, solo quiero sacarlas de aquí para que no corran peligro.

Ambas se miraron por unos segundos sin expresión para luego mirarme.

—si no quieres que eso pase, debes matarlo a él. —La mirada de la morena transmitía odio al decir aquella palabras junto a la otra que enarcó una ceja. No pude evitar estremecerme al sentir una electricidad pasar por mi espina dorsal.

Quedé totalmente confundida, negué sin darme cuenta viendo que esto sería una locura.

—n-no puedo... Yo no podría matar a alguien. S-solo salgamos de aquí. —Titubeé sin saber que responder.