Secuestrada • [ T/n&JK ] {EDITANDO}

¹⁹

Ver a Jungkook ser golpeado y yo sin poder hacer nada al respecto me hace sentir inútil.

No sé que le hicieron luego de sacarlo de ese lugar, yo en medio de mi desesperación me desmayé y desperté ahora en una cama de avión, está de tarde creo...no se cuánto tiempo estuve inconsciente, ni tampoco se cómo llegué aquí o qué me pasó.

Me senté en la cama con el corazón agitado, sentí un mareo que me hizo sujetarme de la pared del avión donde encima hay una ventana con la cortina cerrada.

Mis pensamientos solo se enfocaban en Jungkook, hasta que el sonido de unas cortinas deslizándose me sacaron de mis pensamientos, era ese tal Jimin, vestido de una manera informal. Al verme despierta sonrió y se adentró a la pequeña habitación.

—despertaste ya, T/n. Me estaba empezando a preocupar.

—¿Como llegué aquí?

No quería sonar asustada, pero mi rostro me llevó la contraria.

—No tengas miedo pequeña, conmigo estarás bien.

Se acercó sentandose a un lado mío cruzandose de brazos. Solo lo miré, el veía al frente, se veía algo molesto.

—Tu novio me faltó y lo único que quiero es asustarlo, pero eso depende de cómo se porten—me miró con una sonrisa— si llegan a hacer algo estúpido, y si Jungkook llega a fallarme otra vez...—me miró directamente a los ojos de una forma tan escalofriante con una sonrisa— tu te quedarás conmigo y él...bueno él tendrá que pagar por faltarme.

Se rió fuerte, pero me miró serio luego. Este está igual de loco que Jungkook cuando lo conocí, quizá más. Me volvió a sonreír acercándose más a mí.

—Dime, ¿Puedo ver qué hay dentro de tu bolso?

¿Qué?

Lo siento, me quedé desorientada mientras hablaba, ¿Lo dirá en serio?

¡Espera!

¿¡Dónde está mi bolso!?

Se rió

—si lo buscas lo tiene mi guarda espaldas, no quise ser inoportuno al revisar sin que tuvieras conocimiento.

Cada vez más me sorprende, abrí los ojos de par en par por la sorpresa.

Sin dejar de mirarme chasqueó los dedos haciendo entrar a un hombre alto y fornido con mi bolso en sus manos.

Tengo miedo.

¿Porqué?

Sentí que mis lágrimas empezaron a salir cuando lo tuvo en sus manos.

—no lo hagas, no mires nada ahí dentro.

—¿Porque?

Preguntó a medio abrir el cierre, no quiero que sepa de mis sospechas que cada vez se hacen más grandes.

Negué con la cabeza tratando de evitar que abriera la bolsa.

—algo ocultas, y no me quedaré con la curiosidad.

Sin punto ni coma me resigné a abrazarme mientras él revolvía mi bolso, me miró sacando lo que no quería que viera.

—¿Estás embarazada?

Mi voz se quebró por alguna razón que desconozco.

Negué rotundamente.

—no lo sé...

—¿Como no sabes?

Tiró las cosas al suelo dándome un empujón que me dejó tirada en la cama mientras él se encimaba a mí.