³ "Desconcierto"

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No pude dormir luego de que salió, no escuché más que un último grito ahogado y movimientos fuera, solo recé a dios por mí.

Han pasado varios días desde esa vez. He tenido que obedecerlo y mantenerme callada, desde ese día lo he visto molesto y mal humorado. Cada vez que hablo o digo algo me agarra con fuerza y sin poder controlarlo mis lágrimas salen por el miedo que me causa y mucho peor, solo intento no molestarlo para no sentirme más miserable de lo que ya me siento. Pero hace tres días solo me... sorprendió.

Yo estaba sentada en la cama pensando en mi vida, en mis estudios y sin darme cuenta empecé a cantar una canción en un tono bajo pero audible. Cantar siempre ha sido una forma de liberar mi estrés, mi alma, mis penas... Recordé esos momentos cuando fuí a sur américa por mamá, eso cuando tenía unos cinco años, creo que fué el mejor momento que pasé en mi vida.

Mientras cantaba "Get you the moom" vi mi vida pasar frente a mis ojos, esa que siempre ha sido miserable. Sin amigos, sin familia, sin importarle a nadie. La persona que le entregué mis sentimientos resultó ser participe para este cruel secuestro...
No tengo nada por lo cual seguir viviendo, no quiero vivir más, todo lo que he hecho es sufrir en esta vida, solo me vieron como un objeto que vendieron porque no les servía de nada.

Mis lágrimas empezaron a salir, un sentimiento se atrapa en mi pecho y crea un nudo en mi garganta haciendo que no logre contener gemir y sollozar, me abracé a mi misma siendo la única que puede consolarme, como siempre.

—¡No quiero vivir más! —Exclamé sintiéndome miserable, sin importar que se escuchara mi llanto. No me importó si terminaba con mi vida, solo quiero dejar de sufrir —¿¡Porqué a mí, dios!? ¡No puedo más!

Seguí llorando, tratando de controlar mi el volúmen de mis lamentos y sufrimiento ya que siempre al mismo tiempo él llega a verme como si supiera todo lo que me pasaba. Le tengo miedo porque sé que no me matará, me hará sufrir, me lastimará y así como es en lo que se basa mi putrefacta vida.

De repente escuché la puerta abrirse rápidamente, traté de limpiar mis lágrimas y dejar de jadear antes de que entrara, me senté dándole la espalda a la puerta cuando entró, sentí su mirada en mí por unos segundos hasta que se acercó, luego de dejar algo en la mesita.

T/n —llamó.

Me abracé a las piernas negando, mis lágrimas siguieron cayendo sin permiso y no paraba de hipar.

—¡T/n!

Me tomó el rostro con fuerza sin lastimarme aún estado de espaldas hacia mí, llevándome la cabeza hacia atrás para verlo, me sorprendió pero mis lágrimas no cedían. Negué para que me soltara, pero no fué así, no podía ni visualizarlo bien por las lágrimas que me borraban la visión, por lo que cerré los ojos ojos con fuerza y contraje el rostro.

Déjame por favor...

Supliqué en medio de mis lágrimas, casi en un hilo de voz. Él solo mantenía mi cabeza tirada hacia atrás, cerré los ojos esperando sus maltratos, pero no fué así, solo me miró en silencio.

no llores más —Me dijo al soltarme con fuerza, haciéndome caer de cara en la cama entre sollozos, me tomó del cabello al ver que seguía llorando—¡te he dicho que no llores! ¡No te quiero escuchar más llorando! —Gruñó

Me tiró a la cama dejándome un fuerte dolor de cabeza, su voz parecía como si hubiese llorado, pero igual seguía siendo muy brusco conmigo.

si lloras te debilitas, te dañas —Exclamó en un fuerte tono —las lágrimas no te van a librar de todo ésto, por más que grites o llores, nada de eso solucionará lo que te espera.

—¡No quiero vivir más! —Grité entre lágrimas al encararlo, tomé sus manos y las acerqué a mi cuello para que lo rodeara —¡Mátame! ¡Mi vida no vale nada, a nadie nunca le he importado y le he servido! Esto que haces será en vano, ¡Mátame!

Lo ví poner cara de desconcierto, hizo una pequeña fuerza al rededor de mi cuello, solo cerré los ojos esperando que actuara, pero quitó sus manos de mí dejándome peor de lo que estaba.

no te voy a matar — negó sin verme—vales más de lo que creés, al menos para mí lo es así. Así que con matarte perderé.

Sus palabras me dejaron en total desconcierto, solo se dió media vuelta dándome la espalda para salir de la habitación hasta que paró un momento.

si no vuelves a llorar, podrás salir cuando quieras, solo de esta habitación —Anunció sin mirarme —te traje de comer, come y descansa.

Fue lo último que dijo antes de salir y volver a pasar seguro a la puerta.


Ƹ̵̡⁠Ӝ̵̨̄⁠Ʒ


Hoy no lo he visto en todo el día, creo que hoy no lo veré como hace dos días, nunca llegó. Hoy dejó algo de comer antes de que despertara, creo que sabe que no consumo mucho de los alimentos que trae. Es lo único que le agradezco, porque cada vez que encuentra la comida sin tocar me maltrata y tampoco es que me guste, me duele.

Sin tener nada que hacer me senté bajo la ventana con las piernas recogidas al pecho, empecé a tararear una canción de Justin Bieber "love Yourself" con los ojos cerrados, en la situación que estoy solo me queda imaginar y soñar despierta, una vida felíz y fantasiosa hasta que se cumpla ese mes en el que mi vida tomará un cambio. Siempre he sido positiva pero desde que llegué aquí mi debilidad salió a flote sintiéndome miserable, pero no sé si quizá me vaya bien con la persona que me compre.

Mientras tarareo la canción una sonrisa se asoma en mis labios, mis pensamientos viajan a un lugar de tranquilidad y calma hasta que escucho mi nombre, haciéndome salir de mis pensamientos.

—T/n —La voz de Jungkook se escucho cerca de mí diciendo mi nombre. Estaba agachado frente a mí, sobresaltándome. Me alteré un poco, por lo que él me sonrió —Te veo mejor, dulce T/n.

Solo lo observé callada, mientras él miraba mi rostro detalladamente. Sino fuera un secuestrador y lo hubiese conocido antes, diría que es un ángel. Sus ojos son grandes pero razgados, un lunar debajo de sus finos labios que los hacia resaltar, su tez blanca y perfecta, dónde en su rostro se reflejaba una pequeña cicatriz casi transparente, que a pesar de todo no dañaba su rostro sino que lo complementa. Diría que es un ser perfecto. Pero es todo lo contrario, sé que mató a esa mujer que gritaba esa noche, el olor a sangre que pasó por mis fosas nasales no eran imaginación, era sangre pura, lo sé.

—¿A qué has venido? —Me aventuré a preguntar manteniendo contacto visual de esos ojos infernales, no puedo negar que tenerlo tan cerca me causa miedo, pero debo ser valiente.

Ladeó la cabeza como si no entendiera mi pregunta, luego solo sonrió.

—vine a verte —Dijo al levantarse y caminar por la habitación —Ya puedes salir de esta habitación y caminar, creo que has entendido como son las cosas en este lugar.

—¿Porqué haces esto? —Quise saber por su cambio de actitud conmigo.

—¿Porque siempre haces preguntas? —Me miró con burla mostrando una sonrisa en sus labios —Estaré aquí, así que si quieres salir de estás cuatro paredes puedes hacerlo sin husmear, porque sino cumpliré lo que pediste.

¿Debo sentir miedo o agradecimiento?, no quiero confiar en él, no sé que me pueda hacer en cualquier momento.

—puedes salir T/n, pero antes del anochecer debes estar aquí, ¿Entendido?

—sí...

¿Porque hace esto?

Caminó hacia la puerta, pero antes de salir me dirigió la palabra.

—otra cosa, mientras estés fuera no quiero verte, tampoco quiero que vayas al ala norte, son las únicas regla —Me miró con una seriedad que me pareció inocente, pero luego retomó esa risa burlesca —No hay manera de que puedas escapar, así que no te preocupes por intentarlo.

Luego de decir eso salió dejando la puerta entre abierta. ¿Que es ésto? ¿Está jugando conmigo?

¿Acaso si llego a salir, será una prueba?

Secuestrada • [ T/n&JK ] {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora