Lα gυíα ραrα ѕedυcιr α υη нυlι נιηg, ѕegúη υη вeвecιтσ drαgóη ʷᵃⁿᵍˣⁱᵃⁿ

16. HanGuang-Jun en busca de una esposa

Escrito por sweetlolixo

Traducido por peoniesforLan

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Jin RuSong vive, y su madre también vive.

Nie MingJue, quien ha sido librado de la ira de Jin GuangYao, vive.

Jin GuangShan vive, mas no por mucho.

(Es su adicción por el alcohol lo que termina con su vida en lugar de su lujuriosa vida de mujeriego. Prontamente, muere, y es su hijo Jin ZiXuan–un hombre mucho más honorable y valiente que su padre–el que se encarga de poner el nombre de la secta Lanling Jin en alto con su gran sentido de liderazgo).

Y Lan Zhan, bueno, él– fenece.

...pero es HanGuang-Jun el que persevera y vive.

HanGuang-Jun, como todos lo conocen ahora, es llamado por todos como el Viajero Solitario que lleva una vida de solitud y aislamiento, pero que siempre se dirige donde el caos está. Él nunca se queda en el mismo sitio por mucho tiempo, pues siempre se pasa volando por los cielos, en búsqueda de su nueva misión. Siempre hay animales que rescatar, y personas que salvar después de todo. Y por muy benevolente que sea, es un hombre cruel cuando lucha con sus enemigos y las criaturas malignas. De igual manera, HanGuang-Jun no es para nada caritativo con las personas que lastiman a otros, y siempre procura castigarlos sin piedad alguna.

(Por lo tanto, con un dragón tan temible e imponente viajando por los cielos, no es sorpresa que la taza de crímenes en el Mundo de la Cultivación haya disminuido considerablemente).

Finalmente, el Mundo de la Cultivación vuelve a estar en paz. Ya no hay guerras innecesarias, ni muertes innecesarias. El sobrino de Wei WuXian, Jin Ling, crece en un mundo sin preocupaciones mientras se abastece del gran amor y cuidado de sus dos padres. Lan Yuan, quien es solo un año mayor que Jin Ling, también crece bajo la tutela de los Lan, y es criado por ellos como miembro de la familia de los dragones.

Sin embargo, por mucho que HanGuang-Jun proteja estas grandes tierras, nadie ha pasado desapercibido que él nunca ha vuelto a pisar el territorio de Yunmeng.

Lan Yuan es el primero en notarlo, pues siempre dependía de su amado diedie para ir a esos territorios.

—Diedie, diedie, ¡Me gustaría ver a Wei-gege de nuevo! ¿Podrías llevarme?

HanGuang-Jun ni siquiera se inmuta cuando, sin pensarlo dos veces, le dice—No. Si Huan-ge no te lleva, entonces deberías preguntarle a los otros discípulos que te lleven.

—Peeerooo, ¿por qué no, Diedie? Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que vi a Wei-gege. ¡Estoy seguro de que te extraña!

Al escuchar eso, HanGuang-Jun reacciona y dice—Él no me extraña.

—¿Por qué dices eso, diedie?

—Él está durmiendo, por lo que no está consciente de nada. Es por eso que no puede extrañarme.

—P-peeeeeroooo—El muchachito está visiblemente decepcionado—¡Diedie! ¿Cómo puedes decir eso? ¡Me dijiste que él siempre sabía cuándo estábamos ahí presentes!

—Estaba equivocado. Él no sabe.

—¡¡¡Diedie!!!

—A-Yuan, mientras sigas conmigo—empieza a decir mientras coloca ambas manos en los hombros temblorosos del niño. Lan Yuan ha empezado a llorar, pues está completamente afectado por las palabras crueles de HanGuang-Jun—Tienes que entender la diferencia entre tener esperanzas...y tener delirios. Son tan parecidos que apenas se diferencian.