Capítulo cuatro: Afeminado.

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Al día siguiente...

—Victorio Chalamet— suspira Iván —¿Quién diría que es todo un pro follando?

—¡Iván!— le grito —Para que me dijeras eso ni siquiera me habría disculpado contigo.

—Shhh... — murmura alguien cerca de nosotros. Estamos en la biblioteca, Iván y yo solamente.

Confieso que si me costó dejar mi enorme orgullo de lado e ir hasta su habitación, tocar y pronunciar al él abrir, las palabras más difíciles de toda mi existencia en este putrefacto mundo, "Lo siento". Por dios, todavía tengo erizada la piel.

—Perdón, pero me imagino la escena y él es Cristian Grey— ríe.

En el fondo pienso igual a él, Victorio debía hacerlo demasiado bien para que Zacharias, él más fuerte y macho estuviese gimiendo de esa forma, es que se le notaba a Vic, todo elegante y pulcro, todo callado. Por eso les digo algo: los callados son los mejores.

—Da igual, no sé que hacer.

—¿Por qué?— pregunta, miro mis manos sobre el pantalón del uniforme diario y respiro profundo.

Hoy ni ganas de arreglarme mucho tuve, estaba luchando con un sentimiento nuevo en mi sistema, ¿Cómo? no sabía, pero comenzaba a sentirme un poco menos perfecto e indispensable.

—Creo qué, tenías razón.

—¿Qué?— pregunta, alza una ceja que por cierto ahora tiene una línea, parece todo un maleante. Es que solo los tercermundistas pobres que roban tenían una línea en la ceja, ah, y Maluma. Y zayn, y Liam, dios, ignoren lo anterior...

—Zean— me llama sacándome de mi burbuja.

A llegado el momento de fracasar cómo el chico más preciado que jamás estaría celoso de una cualquiera.

—Cuando ví a Arthur con esa tonta...

—Su novia— interrumpe.

¿Por qué todos me lo recordaban? Si, es su "novia" ¿y qué? Yo soy su marido, sólo que aún no lo sabe. AÚN.

—Como sea— bufo— siento que, me sentí tan mal, y vacío, que en la noche pensé en Victorio, y, quizá quería ir a hablar con él para abrazarlo, y tenerlo cerca, y...

Aumentar mi autoestima con su maravillosa forma de dar amor.

—¿Querías llenar tu vacío con él?— parece enojado. Bajo el rostro, porque me siento avergonzado. ¿Eso quería en realidad?

—Tuve mucho tiempo de pensar anoche cuando volví a mi habitación— trago saliva —Creo que simplemente me siento un poco herido, Arthur hirió mi ego en este poco tiempo, él, literalmente, es la única persona que no me ve.

Un Príncipe De Cuento ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora