Salir al mundo

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Shinachiku y Anzu se dirigían al despacho principal del hospital. La madre del rubio, Uzumaki Sakura era la que estaba supervisando la investigación de su hijo con cautela y tenía que estar al día con la información.

Me preocupa el caso de Hinata. — dijo Anzu con tono de preocupación.

Su obsesión con mi padre es preocupante. No la conozco bien, pero no se que sería capaz de hacer si no es tratada correctamente. — dijo Shinachiku mirando al frente.

Puede que su obsesión se haya generado como una vía de escape al desprecio que su padre tenía por no ser fuerte. — hipotetizo Anzu mientras seguían caminado, doblaron una esquina y tenían el despacho al frente. — Haré lo posible para que se estabilice y pueda reinsertarse en la sociedad. — prometió Anzu.

Mientras menos dolores de cabeza mejor. — dijo el rubio mientras abría la puerta. — Damas primero. — dijo dando la pasada a Anzu.

Eres todo un caballero. — dijo Anzu con una sonrisa siendo seguida por su novio.

Shinachiku cerró la puerta tras de sí, el despacho tenía varios libros ordenados en un estante a la derecha de la entrada, todos eran libros médicos y sobre otras cosas como plantas o bacterias. A la izquierda había un estante lleno de portafolios y carpetas que estaban hasta reventar de papeles con información médica. Al medio, había una mujer de pelo rosa y largo en sus 34 años la cual estaba rellenando papeles con información sobre un escrito café con una ventana atrás suyo que deba a la aldea. La mujer abrió la vista viendo con sus ojos verdes a los dos recién llegados.

Shinachiku, Anzu. — dijo Sakura poniéndose de pie yendo a recibir a su hijo y nuera.

Hola Oka san. — salió del Uzumaki abrazando a su madre.

Sakura después de abrazar a su hijo vio a la joven psicóloga dándole una reverencia.

Sakura sama. — saludó Anzu desde el suelo.

Sakura rio por la forma respetuosa de ser de la "Uchiha", muy diferente a su padre. Ella tocó su hombro llamando la atención de la menor.

No es necesario que te arrodilles Anzu. Además, llámame suegra. — dijo la Uzumaki con una sonrisa mientras Anzu se levantaba.

Gracias suegra. — agradeció algo avergonzada.

Sakura sonrió mientras volvía al asiento principal de su escritorio. Ella se sentó mientras los dos adolescentes hacían lo mismo en otras dos sillas.

Bueno, comencemos. — dijo apartando los papeles de tenía en el escritorio. — ¿Como resulto la vacuna en los Hyuga?. Eran los últimos que les quedaba recibirla ya que Hiashi siempre se opuso a ayuda por orgullo. — preguntó Sakura.

Shinachiku saco una carpeta de un pergamino de almacenamiento. El extendió la carpeta a su madre y ella la abrió.

Todos los Hyugas que fueron tratados con la vacuna despertaron sin problemas físicos mayores. La mayoría tenía problemas motores menores pero con la ayuda de kinesiologos especializados ya se pueden mover con normalidad. — explicó el rubio doctor mientras su madre leía el informe.

Eso es bueno, no les debería tomar más de un mes volver a armar su vida. — dijo Sakura con una sonrisa. — Anzu, ¿hay algún Hyuga que requiera ayuda psicológica?. — preguntó viendo a la azabache.

Anzu extendió su propia carpeta, la cual Sakura abrió.

Solo cinco de los Hyugas presentaron problemas psicológicos para discernir la realidad del Tsukuyomi. Cuatro de ellos no presentaron mayores problemas ya que en sus sueños solo cambiaba unas cosas, como una pareja o un puesto dentro de su clan. Con algo de ayuda podrán continuar con sus vidas. — explicó Anzu.

Despertar Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz