El sobreviviente

83 10 31
                                    

-Bueno. Algo es definitivo. El portal que buscamos no está entre todo ese fuego... ¿Verdad? -dijo Percy, asustado.

-Tendremos que averiguarlo -dijo Annabeth.

El chico suspiró y continuó con su trabajo.

Llegaron a la isla por un costado, para no levantar sospechas.

Clarisse propuso entrar nadando para evitar que los vieran, pero luego de que un monstruo gigante los atacara, ya nadie quería entrar en el mar.

Fue así como ella tuvo la idea de entonces hacerse pasar por el ejército de Cronos.

Todos accedieron y se dirigieron, temerosos, hacia la entrada. Al parecer, el fuego no venía de tam adentro del lugar. Era únicamente una clase de protección que implementaban los chicos del ejército de Cronos para alejar a los intrusos.

De pronto, del agua surgió una enorme mandíbula, que por poco y los atrapa. El bote se inclinó tanto, que Clarisse cayó al agua. Una vez éste se estabilizó de nuevo, todos comenzaron a buscar a la chica. No veían nada. Después de un instante, Annabeth dejó caer una lágrima de sus grises ojos, la cual limpió inmediatamente para que los otros no la vieran.

Estaba a punto de dar la indicación de seguir con la misión, cuando de pronto, volvió a surgir del agua la cabeza de la criatura. Sobre ella, cabalgaba Clarisse, quien se sostenía con su daga de entre sus escamas.

Los chicos sonrieron, aliviados. Incluso Percy lo hizo, tratando de ocultarlo, para evitar que ella lo viera.

Pero de pronto, la cola del imponente monstruo, golpeó la lancha, tirando a todos los que estaban a bordo. De inmediato, se dieron cuenta de algo. Estaban siendo arrastrados por una corriente. Los chicos miraron a Percy, pero éste les hizo saber que él no era quien la causaba.

Poco a poco se alejaban del monstruo, pero también de Clarisse. Quisieron nadar de vuelta hacia ellos, pero la corriente era demasiado fuerte, más que los poderes de Percy, incluso.

Justo cuando el chico comenzaba a avanzar de regreso hacia ellos, Annabeth lo detuvo.

-¡Espera, Percy! ¡Este es...

Le mostró el aparato, que sonaba como loco y en la pantalla mostraba "0000".

-¡Sí, pero Clarisse...

-¡Estaré bien! ¡Mi padre es el dios de la guerra, ¿lo olvidan? -dijo ella desde lejos.

-¿Cómo sé si no se dañó el detector y nos lleva al momento incorrecto?

-¡No tenemos otra opción! ¡Ya es demasiado tarde! -dijo Annabeth.

Él suspiró y miró con temor e incertidumbre los rostros de sus compañeros, quienes le devolvieron esa mirada.

-No se separen, ¿Ok? Crearé una burbuja para que puedan respirar.

-No creo que eso ayude mucho, Sesos de alga.

-Ustedes confíen en mí.

Los tres lo miraron, decididos y asintieron con la cabeza.

De pronto, todos estaban bajo el agua. Percy intentó hacer una burbuja, pero el remolino los seguía empujando hacia abajo. Thalia, Nico y Annabeth, tenían los ojos cerrados. Seguramente se habían desmayado. El joven de ojos esmeralda creyó que los perdía a los tres, cuando de pronto, Nigo dedpertó. Le hizo saber con una mirada a Percy, que él salvaría a Thalia, lo que le daba a éste la oportunidad de salvar a Annabeth.

Un hombre, que parecía haber salido de ultratumba, sostenía von su espada, una hoja de "Se busca", la cual decía "Jack Sparrow", mientras le hablaba a un temeroso chico de cabellos castaño claro.

En busca del tridente perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora