8

339 49 0
                                    

El delicioso aroma del café lo despertó. Se removió un poco en su lugar notó la otra parte de la cama desordenada. Trató de recordar pero el dolor de cabeza se hizo presente y Jimin no podía ordenar sus ideas.

— Qué mierda — maldijo al recordar levemente lo que sucedió la noche anterior. Se sentó sobre la cama y se llevó las manos al rostro. No puede creer que anoche se haya pasado con la champagne y haya hecho dormir a Namjoon en el departamento. Se vió que estaba sin pantalones y recordó vagamente que el hombre se los quitó.  La vergüenza se había apoderado de él y no tiene idea de cómo ahora va a mirar al presidente Kim.

Jimin tomó su bata y bajó despacio las escaleras, al asomarse por el umbral de la puerta, ve de espaldas al hombre, con las mangas de su camisa recogidas, revolviendo unos huevos en la sartén y sirviendo dos tazas de café. Se mantuvo observando sus movimientos hasta que Namjoon se dió vuelta y se miraron.

— Despertaste. Buenos días.

— Buenos días, yo...

— Hice café. ¿Tomaste la pastilla que te dejé arriba?

Jimin lo miró y negó avergonzado, no puede ser posible que hasta en eso haya pensado. No sabe cómo hacer para que se abra la tierra y se lo trague.

— Creo que tomé mucho anoche.

— Eso es correcto.

— Perdón, yo...

— ¿Así que parezco un oso suave y esponjoso?

Jimin abrió los ojos con sorpresa al escucharlo hablar a Namjoon quien lo miraba con diversión mientras bebía su café con tranquilidad.

— ¿Dije eso? ¡Lo siento mucho! He sido muy atrevido — se disculpó y dió un golpe en la frente. Es increíble lo que estaba escuchando.

— Pierde cuidado. Ven, come algo — pidió Namjoon para extenderle la taza de café y dejarle sobre la mesa un plato con huevos revueltos, tostada y mermelada. El chico asintió sin hacer contacto visual pero se sorprendió que haya preparado su desayuno favorito, agradeció en un susurro y se sentaron a comer.

El hombre miraba a Jimin con la taza de café en una mano y apoyando con la otra su mejilla. Le parecía en extremo tierno verlo tan avergonzado, comiendo en silencio.

Jimin dejó los cubiertos sobre el plato y bebió un buen sorbo de café, se aclaró la garganta para poder hablar.

— Le pido mil disculpas por mi actuar anoche. Estaba muy nervioso, había bebido media botella de vino antes de salir y...

— Ya te dije, no pasa nada. No tienes que explicar nada.

— Es que yo...

— Pierde cuidado, trata de no beber tanto de ahora en adelante. Sueles ser muy parlanchín y no tienes filtros a la hora de hablar.

— ¿Dije algo inapropiado?

— Mmm... Vamos a ver: Señor Kim qué hermosa espalda, Señor Kim tiene un lindo trasero, Señor Kim, usted es muy cálido — imitaba el hombre al chico haciendo que Jimin se tapara el rostro con ambas manos, su pálida piel se había tornado de un rojo carmín ante la mirada divertida de Namjoon.

— Soy un estúpido — se repetía una y otra vez golpeándose la frente. — Señor Kim, no piense mal de mí. Empecemos desde cero.

— Ya te dije que puedes llamarme por mi nombre, ya entraste en confianza, demasiado diría yo.

— Está bien, Namjoon.

— Así está mejor. Termina de comer. Es tiempo de que me vaya. Descansa por favor. Llámame si necesitas algo.

El chico asintió en silencio y continuó comiendo, Namjoon se colocó el saco y antes de despedirse Jimin preguntó.

— ¿Puedo invitarte a comer? Cómo compensación. En serio me siento muy mal por lo de anoche.

Para Namjoon aquella petición fue más de lo que podía haber deseado, sonrió con el corazón latiéndole con fuerza y asintió.

Namjoon iba de regreso a casa a ducharse para volver a la empresa, miró la hora y su teléfono y las llamadas perdidas de su asistente lo hicieron moverse más rápido, recordó que por la tarde sería el almuerzo esperado con los Wang, dueños de una d...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Namjoon iba de regreso a casa a ducharse para volver a la empresa, miró la hora y su teléfono y las llamadas perdidas de su asistente lo hicieron moverse más rápido, recordó que por la tarde sería el almuerzo esperado con los Wang, dueños de una de las cadenas hoteleras más grandes del país.

Decidió devolver la llamada a Soobin, mientras conducía y el chico contestó de inmediato.

Presidente..

— Soobin, perdón por no responder. ¿Pasó algo?

No mucho, era solo para saber si se encontraba bien.

— ¿Siete llamadas, Soobin?

Okay Namjoon, realmente quería saber cómo le fue con el chico.

— Muy bien... Dormí con él.

¡¿Con él?!

— ¿Por qué estás tan sorprendido? No es lo que piensas. Mejor dime si tengo planes para la noche.

Así es, tiene prevista una cena con la señorita Zhao. Insistió mucho esta vez.

— Envíale un obsequio como disculpa. El ramo de rosas más grande que encuentres. Pero no podré asistir.

¿Namjoon?

— Tengo una cita muy importante. Voy a colgar. Te veo en la empresa.

El hombre llegó a su casa y rápidamente fue a alistarse para regresar a la oficina, esta vez con una sonrisa enorme dibujada en su rostro, se sentía feliz, feliz de haberse quedado con Jimin toda la noche. Dejarse abrazar por él ha sido más de lo que pudo imaginar, recordó aquellos hermosos momentos en dónde pasaban la noche en esa cama diminuta y volvió a revivir aquel tacto suave y delicado con el que Jimin siempre lo tocaba. Namjoon se sentía realizado.

 Namjoon se sentía realizado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Los años sin tí ~ NamMinWhere stories live. Discover now