Ensimismado en sus pensamientos y con una sonrisa enamorada, Namjoon se encuentra en su oficina. Aquella noche había dormido abrazado a Jimin y todo había dado un giro inesperado. El menor parecía querer consentirlo, no quiere pensar que tan solo es pena lo que siente por él, pero al recordar el beso, parecía que lo necesitaba tanto como él mismo.
— Presidente — interrumpe su asistente con una mirada un poco temerosa, la tensión se sentía en su lenguaje corporal y Namjoon levantó la mirada para atenderlo — El Señor Zhao se encuentra aquí. ¿Lo hago pasar?
— Bien.
¿Qué querrá el hombre?
Soobin deja entrar al alto y elegante hombre que sostenía un bastón, caminaba con altivez vestido con un traje fino y no esperó a que se le permitiera sentarse, simplemente lo hizo golpeando fuertemente el palo de madera sobre el suelo.
— Señor Zhao. No esperaba su visita. ¿A qué se debe? — habló Namjoon con mucho respeto, aquel hombre frente a él es el presidente de una de las más antiguas industrias textiles del país.
— Iré al grano, Namjoon. Veo que has rechazado nuevamente a mi hija.
— Realmente, señor Zhao. No quiero sonar grosero pero sé que sus intenciones no son solo conocerme y entablar una amistad.
— ¿No te dijo tu madre antes de morir que la Corporación iba a hacer una alianza con nuestra industria?
— Con todo respeto, los matrimonios por conveniencia ya no se dan en pleno siglo XXI. ¿Por qué tanta insistencia ahora? Estoy creyendo que necesita casar a su hija para que su empresa no caiga en picada. ¿No es así?
El hombre de sesenta años lo miraba con un poco de desdén. Sabe que Namjoon es mucho más inteligente de lo que creyó. Tragó duro y no respondió por lo que el hombre continuó hablando.
— Veo que tengo razón. Nuestra corporación se encarga de servir a la gente, no tenemos problema en aliarnos para ayudarlos a que se mantengan en el mercado... Y veo que está muy desesperado, pero... ¿Su hija realmente quiere esto? ¿No ha considerado sus sentimientos?. Si me disculpa, está siendo demasiado ambicioso con su petición así como egoísta.
— Los jóvenes de ahora no saben cuándo callarse, por lo que veo.
— Y los adultos de antes no saben escuchar. Mire, señor Zhao, Su es una mujer muy hermosa y creo que sería una buena esposa, pero para quien realmente sepa amarla y valorarla. Si estamos hablando de dinero, podría comprar una parte para que no quiebre la empresa. No es una garantía de que vuelva a resurgir y en realidad podría ser una pérdida millonaria pero, con una estrategia nueva podría funcionar. ¿Por qué no lo piensa un poco y deja a su hija que solo tiene veinte años, vivir su vida?
El semblante del hombre se ablandó un poco y soltando un largo suspiro se paró y se despidió con una reverencia. Una vez solo, Namjoon se quitó los anteojos y masajeó el puente de su nariz. A veces debe ser duro para mostrar su autoridad. Al ser uno de los presidentes más jóvenes de la industria, sabe que lo tienden a subestimar.
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