Capítulo 2: La Boda

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Chapter 2: The Wedding

Summary:

Jimmy y Gary se demoran en su incómodo encuentro en la cocina mientras finalmente llega el día de la boda Smith/Hopkins.


Gary

El chiste sobre toda esta triste debacle era que, en un sentido cósmico y radical, absolutamente nada había cambiado. Era pasada la medianoche, y como la mayoría de las otras noches en este lugar, el preso adolescente mentalmente inestable de la celda B4 estaba pensando mucho en un estúpido niño pelirrojo.

La nieve derretida goteaba por la pared desde su ventana sin vidrio, golpeando el pie descalzo de Gary con un ritmo lento y helado. Él no lo notó. Las sábanas rígidas y delgadas de su catre arañaban la espalda de Gary a través de su endeble bata mientras yacía en la oscuridad. Él tampoco sintió eso. En cambio, sus ojos trazaron huellas sin pestañear alrededor del techo. Estaba tratando de hacer una lista de verificación mental de todas las grietas allí. Seis grietas. ¿Siete? Eran datos sin sentido destinados a llenar su cabeza con más ruido blanco. Más forraje para bloquearlo del principal problema en su mente.

"¿No te dije ya que haría lo que me dijeras?"

Las palabras de Jimmy volvieron a dar vueltas, y Gary supo que cualquier plan que hubiera tenido antes ahora tendría que modificarse de manera drástica e inmediata. El concepto de cambiar de táctica tan tarde en el juego llenó el cuerpo del joven postrado con una fuerte sensación de zumbido, y su pie comenzó a moverse nerviosamente por sí solo. Sus dedos tocaron una melodía sin aire en su estómago, la energía agitada se obligó a avanzar. Miró fijamente en la oscuridad. Todo se reducía a sacar a James de su puesto de poder. Todo esto. Todo. Las docenas de elaboradas trampas que había tendido, los matones que le había arrojado a Jimmy en un intento de acobardar su odiosa actitud indomable, los rumores que había difundido, incluso los puñetazos que había lanzado... todo con el fin de enderezar el equilibrio del mundo. Por el bien del orden. Cuando se asentó el polvo de los disturbios en la escuela Bullworth, cuando el caos retrocedió, se suponía que Gary llevaba la corona. Todo se había alineado tan perfectamente, cada trampa, cada condena ganando a otro estudiante para su causa fraudulenta. Y James, como el imbécil de mano dura que era, había corrido directamente al fuego. Debería haber bajado. Debería haber sido quemado en nada. Completamente destruido. Exiliado. Diezmado. Pero no lo había sido. Como un ave fénix con un promedio de calificaciones de 1.3, innegablemente se había levantado de entre los muertos. A la gente le gustó.

Espontáneamente, el rostro de Peter Kowalski se deslizó en la maraña de pensamientos de Gary. Una vez considerado un amigo (¿posiblemente incluso un mejor amigo? Crecer juntos a veces tenía una forma de hacerlo), Petey ahora se escondía más a menudo de Gary. Desde luego, nunca había venido de visita. El pequeño Petey, que una vez había corrido hacia el niño Smith, siempre más alto, con un puñado de insectos, o para susurrarle un secreto al oído, se había vuelto hacia el otro lado. Petey frunció el ceño cuando vio a Gary al otro lado de la habitación. Se agachó, o peor aún, lo ignoró, pareciendo aburrido con la atención constante. A Gary se le había pedido que se pusiera un poco más... agresivo... en su búsqueda de su conexión a lo largo de los años, pero esa relación se estaba recuperando el día que Jimmy Hopkins había entrado en su campus por la puerta principal. Gary recordó con veneno la forma en que el rostro de Petey se iluminaba con esperanza cuando se detenía en la figura corpulenta de Jimmy. Como si viera en Jimmy algo más que su futuro como albañil de cuello grueso o un número en una penitenciaría federal. Jimmy se había llevado a Petey. Al igual que se había llevado a Crabblesnitch. Como si se lo hubiera llevado todo.

Friends And Brothers (BetweenTownleys/squidnapped)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora