𝗞𝗜𝗦𝗦𝗘𝗦 𝗔𝗡𝗗 𝗥𝗘𝗚𝗥𝗘𝗧𝗦 messi, dibu

# 7

Emiliano pensaba en qué contestarle.

Mandinha yacía dormida a su lado, hacía unos cuantos minutos que había abandonado su pecho para acomodarse mejor.

Asegurándose del pesado sueño de su mujer, el arquero volvió a tomar su celular para responder el mensaje. Le sorprendió lo tarde que había sido enviado. Significaba que Messi seguía despierto, a eso de las dos de la mañana.

"creo que si, es 23 no?" escribió. El visto no tardó en hacer presencia.

Un minuto, dos. Se desesperaba. Si lo había visto, ¿por qué no respondía?

"te puedo llamar?" la pantalla se iluminó con otro mensaje. Emiliano se sorprendió pero no tardó en levantarse de la cama, para luego ponerse unos shorts y salir al patio, apresurado. Intentó ser sigiloso para que su esposa no despertara.

Le marcó a Lionel y este no tardó en contestarle.

─¿No podés vivir sin mí? ─Emiliano fue el primero en emitir palabra. Del otro lado de la línea, se escuchó la risa del capitán.

─Qué tarado. Es que se me hace más fácil quedar por llamada. ─explicó.

─¿Y...? ¿Por qué de la nada querés que nos juntemos? Si nos vimos ayer. ─se hizo el desinteresado pero por dentro moría por verse con Lionel una vez más. No importaba si habían estado juntos todo el mes, sabría que ahora le quedaban unos cuantos meses lejos del mayor, así que querría aprovechar cualquier tiempo libre para volverse a ver.

En poco tiempo deberían volver cada uno a su respectivo club. Aunque sabía que Lionel se quedaría en Argentina hasta año nuevo, como acostumbraba a hacer.
Emiliano, sin embargo, pasada la navidad,  debería emprender vuelo hacia Reino Unido.

─Qué sé yo. No sé por qué te mandé ese mensaje. ─el menor no pudo evitar sentirse un poco decepcionado. Pero bueno, ¿qué podía esperar? ¿Que Messi le dijera que le había propuesto salir porque lo amaba y quería pasar con él el resto de sus días? Demasiada fantasía.

─Ah bueno... ─habló en tono ofendido, claramente bromeando. Aunque en el fondo sí estaba ofendido. ─Salí con otro entonces. Con Rodri, no sé.

─Qué te hacés el difícil ahora. ─dijo el mayor entre risas. Emiliano no sabía de dónde estaba sacando el valor para contestarle así a Messi. Pero se sentía más cómodo. Ahora se sentía... Como siempre. Boludeando con Leo, no sobrepensando tanto como en los últimos días.

Martínez se contagió de la risa de Messi.

─No pero en serio te digo ─paró de reírse, aunque hablaba calmado. ─¿Por qué conmigo? Justo ahora estamos re lejos.

─Y porque quiero estar con vos ¿no se puede? Tomamos unos mates. ─el corazón de Emiliano dio un vuelco. Tragó en seco, fingiendo que aquella confesión no le había tomado por sorpresa.

─Pero... ¿Por qué conmigo solo? ─insistía. A este punto, Messi no entendía si lo estaba jodiendo o en serio continuaría cuestionando lo obvio.

─¿Qué queré' que te diga? ¿Que te voy a proponer casamiento? ─se escucho otra risita. No obstante, Emiliano no lo acompañó esta vez.

─Nah bueno, vos y Mandinha son unos pesados. ─dijo, acórdandose que minutos antes, la mujer le había hecho un comentario similar. Matrimonio y Lionel en una misma oración.

─Bue, por qué la ligaba tu señora. ─hubo un pequeño silencio. Martínez no habló, así que el contrario continuó. ─¿Entonces? ¿Podés el viernes?