La vaga ilusión.

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Tengo un frasco al lado de mi almohada, que guarda todos mis fracasos, de sangre todas mis lágrimas, un frasco que se abre cada noche en mis entrañas y sucumbo a sus placeres de sentirme polvo y agua.

A mí no me enseñaron a vivir, y aprendí sólo el camino de la rabia, a sanar mis heridas con saliva y palabras, a escribir en estos textos lo que me da vida y lo que me mata.

Es difícil cuando tu talento es la palabra, en un mundo que no escucha y solo mira la imagen de una llama que poco a poco se apaga, que da paso a la posterior en este infierno de infamia.

A veces me pregunto porqué sigo escribiendo, haciendo canciones sin cantante, poemas sin poeta, textos sin escritor, y después recuerdo que salen del corazón, que no necesitan una razón, que son los pilares de una vaga ilusión.

La historia de un poeta sin poemas.Where stories live. Discover now