La historia de un poeta sin poemas.

Perspectiva sin disfraz

Cuando todo el mundo se vestía de lo que más quería, yo hice lo propio y me vestí de calidad. No pasé tiempo con cualquiera ni conocí a nadie más, disfruté de aquellos que pudieron y quisieron estar. Desde conversaciones nimias a la pura realidad, desde lo profundo a lo más superficial.

Siempre ocurren estas fechas en las que hago todo lo contrario a los demás, me visto de mi mismo en este carnaval, me puse el disfraz de reír y conversar. Estuve con quien quise y como quise, pura comodidad, es de esos días que te gustaría recordar.

Solo quisiera poder conversar, poniendo la vista en el horizonte, escuchando la fuerza del mar. Comprender lo pequeña que es nuestra realidad, la subjetividad de la amistad, la inexistencia de maldad.

Compartir con mi gente todo lo que me cautiva, aquellas teorías que me rondan y me inspiran, todas las mentiras tapadas con la verdad, todas esas cosas que dijeron que no podríamos cambiar.